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10 de mayo 2024
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OpiniónLourdes CeballosLourdes Ceballos

Los hombres son sinceros y honestos… ¿A todos nos pasa?

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Queridos lectores, me he embarcado en la misión posible de sacar sus mentes por unos minutos de las situaciones que aqueja al mundo. Vamos a imaginar que estamos viviendo nuestro mejor momento, que no hace tanto calor, que las crisis humanitarias no son utilizadas para sembrar miedo y crear caos político, imaginemos que la gente no se ofende por todo y que podemos viajar donde queramos. Luego de ese ejercicio y a continuación les contare una anécdota personal que los hará reír o llorar, pero definitivamente pensaran en otra cosa.

Meses atrás, asistí por segunda vez a una actividad de conocer y mezclarse con personas organizada por un viejo amigo, no sé en otros sitios de habla inglesa, pero en Estados Unidos le llaman «Mix and Mingle». En esta actividad el organizador divide a los asistentes en grupos y les da temas sobre los cuales cada persona del grupo debe dar su opinión. También por segunda vez me encuentro con este señor, en lo adelante apodado «Jamaica», digamos de unos 50 años (para tratarlo bien) oriundo de Jamaica (OBVIO), el me reconoció del Mix and Mingle pasado, nos saludamos y hablamos un rato.

Él trabaja en el mundo de los bienes raíces desde hacen 28 años, es divorciado y sus hijos salieron de la universidad, tiene 12 años compartiendo un apartamento en Queens con un chef que tiene un horario muy complejo, lo que hace que Jamaica se sienta como si tuviera el apartamento para él solo, me dijo que por eso y porque el apartamento tiene lavadora y secadora dentro, que en Nueva York eso es oro molido, se le ha hecho difícil mudarse solo.

De manera muy insistente me «invitó» a un restaurante para que yo probara la comida jamaiquina y una hora y $58 malditos dólares más tarde caminábamos hacia la estación de tren, él iba muy conversador y yo sonreía tratando de que se me bajara la molestia por estar de sociable gastando casi $60 dólares por moro con chivo picante. Tomamos el mismo tren hasta cierto punto donde él tenía que bajarse para tomar otro tren hacia Queens.

Durante las 19 paradas que compartimos estuvo intentando convencerme de que me fuera a su apartamento con él, para satisfacer lo que él llama una necesidad mutua. Yo muy clara y segura de mi le digo: aparte de que no me gustas, no tengo energías para invertir en relaciones de una noche. Jamaica entendió que me estaba negando a su compañía porque él no me había pagado la cena y empezó a ofrecer disculpas no solicitadas, pero muy esclarecedoras para mi cerebro. Me dijo que no estaba en la disposición de desperdiciar sus encantos, dinero y trucos de conquista con una mujer que no sabía si iba a volver a ver y que además en estos tiempos eso ya no era necesario. ¡OH WOW!

Según Jamaica, como él sabe que el voto de confianza o el riesgo que toman algunas mujeres es el sexo, el trataba de acostarse primero con su presa y si le gustaba la química, de una forma que no le diera a la mujer mucha esperanza de futuro, empezaba el proceso de conquista con las invitaciones a cenar, las flores, los viajes, etc…

Antes de decidirse dar un paso hacia la exclusividad donde no está incluido conocer a las familias (porque vivimos en NYC, somos modernos y abiertos), él tenía que mirar alrededor a ver si no había otras candidatas con características superiores, no sea cosa que se fuera a perder de algo mejor. Es una táctica que comparte con sus amigos.

Gracias a Dios, a la sinceridad de Jamaica y las copas de vino que se tomó, hoy tenemos un artículo para leer y una conclusión: Si en el mundo en el que algunas de nosotras crecimos aprendimos que los hombres conquistaban a las mujeres y estamos de un lado esperando una pista de conquista…en el otro lado ellos están esperando una muestra gratis por adelantado, concluya usted.

Jamaica fue crudo, se pasó de honesto y se lo agradezco porque él solo puso en palabras algo que pasa a diario y que nosotras las mujeres siempre sabemos, pero tratamos de manejar y sé que muchos hombres y mujeres que leen este articulo encuentran un poco de realidad en lo que él dijo, aunque este en otro nivel.

La pregunta “¿Porque no te has casado?” se ha ido desvaneciendo con el tiempo, a algunas nos hacen esa pregunta aun y uno quisiera explicarles con palabras, pero es que, en un mundo lleno de opciones y posibilidades para las mujeres de hoy, a veces resulta difícil hasta pensar poner en una balanza el riesgo. Jamaica cuida su inversión y nosotras también, en este nuevo mundo, victima es solo quien quiere serlo, es más, yo creo que nosotras poco a poco, estamos creando nuestro propio método jamaiquino.

 

 

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