Sin ánimo de menospreciar al género femenino, justificar o promover las violaciones sexuales, voy a exponer las verdaderas causas que conducen a muchas mujeres a que les practiquen un aborto y a demostrar que su pretensión es improcedente y no se corresponde con la realidad.
Las promotoras del aborto reclaman que les permitan abortar, sin que ellas ni el personal médico que las asista sean penalizados y alegan como “razones”, que hayan sido violadas sexualmente por un particular o un familiar, que el feto presente alguna deformación dentro del útero y que la vida de la mujer corra algún peligro.
En primer lugar, las mujeres más jóvenes suelen publicar videos y fotografías que muestran las partes más eróticas de su anatomía y usan ropas apretadas y trasparentes mientras caminan por las calles y lugares solitarios para provocar erotismo en los hombres. Esos factores las conducen al aborto.
Otro factor sumamente importante es el desenfreno ético, moral y sexual en que viven muchas mujeres, el cual las conduce a la fornicación, al adulterio, a las violaciones sexuales, al embarazo indeseado y a tomar la cruel decisión de abortar a criaturas inocentes e indefensas.
Y por si eso fuera poco, también contribuye a la práctica criminal del aborto, la política de control de la natalidad que promueven y auspician organismos internacionales como la ONU, la Unión Europea y las ONGS contra la población pobre en el mundo.
También parece que influye en la conducta sexual de muchas mujeres y la práctica del aborto, el eslogan publicitario de “exhibir para vender”. Bastantes féminas permiten que usen su cuerpo para promover diversos productos comerciales. Lo han convertido en una especie de valla publicitaria. La Biblia enseña que el cuerpo de la mujer casada le pertenece a su marido y solo a él debe mostrarlo desnudo en la intimidad y lo mismo aplica para la soltera, cuando se case (1 Corintios 7:3-5)
Otra demanda que hacen las promotoras del aborto es que se les permita abortar, si el feto presenta alguna deformación dentro del útero, pretensión a la que me opongo.
¿Por qué me opongo? Porque todo feto tiene derecho a nacer y ninguno de nosotros nació totalmente perfecto. Sin embargo, podemos llegar a serlo, mediante el arrepentimiento de nuestros pecados y la adquisición de la condición de hijo(a) de Dios (1 Co. 15:51-54)
Además, los promotores de la práctica del aborto sostienen que si la vida de la mujer corre peligro durante el proceso de embarazo, se le debe permitir abortar. Sin embargo, no se debe ejercer un derecho en detrimento de otro ser humano, que también le pertenece. Debe haber igualdad.
Por eso, el artículo 37 de la Constitución Dominicana y los numerales 1, 2 y 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagran el derecho a la vida para todos los seres humanos, por ser inviolable, desde la concepción hasta la muerte. Entonces ¿ Por qué se quiere matar a un feto dentro o fuera del útero?
En virtud de lo expuesto, sugiero una vez más, que las “tres causales” que se debaten sobre el aborto y se pretenden introducir en el Código Penal, se desestimen, debido a lo que se oculta detrás de ellas y porque son improcedentes y no se corresponden con la realidad.
Por Enrique Aquino Acosta