Iván Silva lleva en la sangre a cada uno de los pobladores de La Roman. Nacido y criado en la provincia, ha sabido incrustarse en sus problemas más profundos, sobre todo en lo que concierne a su profesión como médico.
Recorriendo pueblos y barrios ofreciendo servicios de operativos médicos gratuitos sin mirar diferencias. Es un hombre conocedor de la gente, que se deja ver, que podemos palparlo.
Su campaña política podría ser interpretada como cuestión de un político común, pero nada que ver con su naturaleza gentil, solidaria y empática para con La Romana, característica sobresaliente, y única entre sus colegas.
Los enemigos políticos son incapaces de ver luz cuando la ceguera de la soberbia y la ambición de permanecer en el poder lo absorben. A Pesar de los ataques, Iván Silva, el doctor de los romanenses mantiene una actitud serena, brioso, compañero y abierto a toda crítica en aires democráticos, pero a la misma vez intolerante con el abuso del poder, y la capacidad de rapiña y trepadora que mantienen algunos contra su candidatura.
Fuera de la política o dentro de ella Iván Silva permanece, por y para los romanenses, es algo que lo lleva en la sangre y no solo en la investidura de su seguro triunfo en las elecciones con el apoyo que La Romana le merece.