La historia de la humanidad contiene evidencias de que todas las civilizaciones y culturas piensan que existe un ser superior al hombre, que es Dios.
Los filósofos griegos, por ejemplo, ignoraron la revelación bíblica, pero intentaron explicar el universo sobre la base de la existencia de un ser superior, empleando diferentes sistemas de pensamiento. Examinemos algunos de ellos.
Politeísmo: creencia en varios dioses, que es contraria al monoteísmo o creencia en un solo Dios.
Hilozoísmo: doctrina metafísica que considera la materia como activa, viviente, sensible y espontánea. Además, identifica a Dios como el principio de la vida y la creación.
Materialismo: es la doctrina filosófica que se opone a la existencia de Dios como Espíritu. Sostiene que solo existe la materia y que el espíritu es un efecto de ella. El movimiento científico evolucionista la apoya y los ateos la enseñan y promueven, porque no reconocen que nada de lo que existe fue hecho sin Dios, el Alfa y Omega, el principio y fin de todas las cosas (Salmo 14:1 y Apocalipsis 1:8)
La Biblia llama necio al hombre o la mujer que proclama ser ateo, no porque posea capacidad intelectual baja, sino, porque “escoge conscientemente la perversión moral como estilo de vida”. Tal fue el caso de Nabal, según narra 1 Samuel capítulo 25.
Panteísmo: esta doctrina filosófica sostiene que Dios es impersonal, inmanente, no trascendente y que todo lo que existe participa de la naturaleza divina. Sin embargo, Dios existe independientemente antes de todo lo creado. Es la primera persona de la Trinidad. No cambia. Es eterno y trasciende a través del tiempo y el espacio.
De ahí, que todas las religiones que existen en el mundo sean producto de las concepciones anti bíblicas que mantienen los hombres sobre la verdadera existencia de Dios, verdad que se evidencia en los sistemas religiosos, por ser contrarios a la Palabra inspirada de Dios, la Biblia y a la obra de gracia que realiza el Espíritu Santo en el hombre pecador para salvarlo.
Basta recordar que la gracia salvadora de Dios fue introducida en la tierra por Jesús, pero el sistema religioso de los escribas, fariseos, sumos sacerdotes y otros grupos la rechazaron. Es la misma realidad vive la iglesia del Señor con el islamismo, el catolicismo y otros sistemas religiosos, aunque la quieran disimular o negar.
A pesar de la actitud mantenida por los sistemas filosóficos y la distorsión de los sistemas religiosos acerca de la existencia y supremacía del Dios de la Biblia, hay cuatro líneas de pensamiento que apoyan. Veamos.
Argumento ontológico: apoya el ser o esencia de Dios y sostiene que existe universalmente. Anselmo de Canterbury entendía que Dios es el pensamiento más grande y excelso y que existe, incluso, en la mente de quienes niegan su existencia. Asimismo, René Descartes sostuvo la idea de que Dios es un ser perfecto.
Argumento cosmológico: afirma que todo efecto necesita tener una causa suficiente y que el universo es un efecto. Por tanto, tiene que tener un Diseñador y Creador como causa, ya que su complejidad y orden no pueden darse por accidente.
Argumento teológico: resalta el poder y la sabiduría que manifestó Dios al diseñar el universo, o sea, todo lo que tiene existencia física dentro y fuera de la tierra y lo que no la tiene, como las ideas y los sentimientos. Dicho argumento destaca, además, el orden, la interrelación y el funcionamiento simultáneo que tienen los cielos, la tierra y todo lo que hay dentro de ellos.
Argumento antropológico: señala que la naturaleza y existencia del hombre sería inexplicable, si Dios no lo hubiera creado con cuerpo físico (estructura anatómica) intelecto (capacidad para pensar) sensibilidad (capacidad para sentir) y voluntad (libre albedrio o capacidad moral para escoger entre lo que le parece bueno o malo y tomar decisiones)
Asimismo, como la imagen y semejanza del hombre con respecto a Dios es solo espiritual, ÉL lo dotó de razón, personalidad, intelecto y capacidad para escuchar, ver, hablar y relacionar.
Sin embargo, Dios es el dueño y propietario de todo lo creado. El hombre solo debe desempeñar funciones de administrador, mayordomo y agente de la creación, aunque desempeña funciones gubernamentales y puede someter el resto de la creación. Incluso, puede someter a las fuerzas satánicas, por medio de Jesucristo (Génesis 1:26-31 y 3:15)
Finalmente, hay que señalar que Dios diseñó al hombre como dependiente e inferior a Él, en poder, autoridad, gloria y majestad y por eso debe rendirle cuentas de sus actos y saber que no será declarado inocente por Dios, si es hallado culpable (Nahúm 1:3)
Por: Enrique Aquino Acosta