El pasado domingo el Presidente de la República Danilo Medina en vez de una ¨visita sorpresa¨ realizó un ¨recorrido sorpresa¨ por un segmento de la región fronteriza, que evidentemente, es una de las zonas mas deprimidas del país, y para nosotros lo que mas nos llama la atención es la pregunta reiterada que hizo el jefe del estado a todo el que se encontraba con su persona: ¿y ustedes de que viven aquí?.
Desde hace años, las cinco provincias que hacen frontera con Haití, que son: Pedernales, Independencia, Elías Piña, Dajabon y Montecristy, muestran un indicador de población que debería ser la principal preocupación para los que asumimos la defensa del territorio nacional, que a fin de cuentas es la forma correcta de como mantener la soberanía sobre la parte de la isla que nos corresponde.
Todas las provincias fronterizas tienen una demografía negativa, es decir, son mas las personas que mueren o se convierten en migrantes, que las que nacen, por lo que es una realidad que nos vamos quedando poco a poco sin nacionales dominicanos en esta región, lo que a nuestro juicio es el principal problema que tenemos para mantener intacto nuestro territorio, pues si la frontera se queda despoblada, lo normal es que sean sustituidos por nuestros vecinos haitianos, es un tema de sentido común.
Y entonces la pertinencia de la pregunta de Danilo: ¿y ustedes de que viven por aquí?, que sería lo mismo que cuestionar a los habitantes de la frontera, que incentivo tienen para quedarse a vivir por esos lados, el porque van a estimular a sus hijos y sus nietos a que se queden como verdaderos ¨centinelas de la frontera¨ para parafrasear el famoso libro de Joaquín Balaguer donde narra la vida del General Antonio Duverge en su lucha contra los haitianos.
Ahora que se han puesto de moda los nacionalistas y patrioteros de Twitter y Facebook, que exigen la construcción de un muro de alambres y bloques de concreto para mantener la línea fronteriza, sería bueno recordar como se construyó eso que llamamos zona fronteriza a través de la política de ¨dominicanización¨ de la frontera desde los inicios de la dictadura de Trujillo, es mas, si este no hubiera existido, es posible que hoy ni siquiera estuviéramos hablando de frontera.
Por décadas se trabajó en la construcción de infraestructura para mantener a los dominicanos en la zona fronteriza, de ahí nacieron esos pueblos que hoy sobreviven, escuelas donde se enhestaba la bandera y se cantaba el himno nacional, iglesias para mantener la cultura religiosa que nos identifica, hospitales de calidad suficiente para dar salud a los que vivían en esta zona.
Se construyeron canales de riego, florecieron los proyectos agrícolas, se abrieron carreteras y caminos vecinales para comunicar a los que poblaron los pueblos fronterizos con el resto del país, se hicieron parques para dar identidad y cohesión social a las comunidades, y habían autoridades comprometidas con salvaguardar nuestra línea de división con el vecino Haití, es decir, estos parajes yermos y solitarios de la época de la independencia, se convirtieron en espacios de donde vivían orgullosos dominicanos.
¿Y de que viven ustedes aquí? preguntaba insistentemente el Presidente Medina
¿Y de que viven ustedes aquí? preguntaba insistentemente el Presidente Medina el pasado domingo en su recorrido por Macasías, Banica, Guaora, Santa Cruz y Guayabal, porque la verdad es que alguna razón hay para que las provincias fronterizas, especialmente la zona por donde anduvo el primer mandatario el pasado domingo, sea por estadística la mas pobre del país y por lo tanto se esta quedando despoblada, simplemente la miseria y el abandono es su característica principal, no tienen de que vivir.
Sin una política de creación de fuentes de riqueza con el apoyo del gobierno y del sector privado, por mas consignas y poses patrioteras que se asuman desde los despachos de algunos capitaleños perfumados con esencias de las mas caras y famosas del mundo, será imposible hacia el futuro mantener la soberanía de todo nuestro territorio, porque la primera necesidad del ser humano es no dejarse morir, su principal instinto es aferrarse a la vida, y en la frontera sencillamente no hay forma de que una familia pueda progresar y tener un futuro mejor.
Por eso el presidente les decía a quienes lo escuchaban en la región fronteriza, ¨nosotros los vamos a apoyar a ustedes, para que tengan de que vivir. Vamos primero a buscarles formas de vida. Lo primero es vivir, tener de que vivir señores, lo demás viene…¨.
Al final esa es la clave para tener frontera y la forma idónea para hacer patria, buscar la forma en que los habitantes de la región fronteriza tengan de que vivir, dar los incentivos suficientes para que sean creadores de riqueza, hacer que los campos fronterizos florezcan, que puedan nacer de nuevo los arboles y que de una vez y por todas se construya el arraigo suficiente para una vez mas ¨dominicanizar¨ la frontera y hacerla cada vez mas dominicana.
Por Humberto Salazar