El pasado jueves 28 de julio, el Caballo Mayor, Johnny Ventura, cumplía un año de su desaparición física, dejando un legado música que todavía sigue intacto en el recuerdo y corazón de los dominicanos.
Y es que durante seis décadas Juan de Dios Ventura Soriano nombre de pila de Johnny, fue uno de los más destacados músicos del merengue, haciendo para su época, cambios significativos en su orquesta, llamándoles combos a esta reducción de instrumentos para hacer esta música que salía de los grandes salones a ser consumida popularmente.
Un visionario que siempre puso en alto la bandera dominicana en cualquier parte del mundo, un grande que como Juan Luis Guerra han sido inmortalizados en los corazones de cada lugar, persona que han conocido en su caminar en esta tierra.
Sus canciones emulaban el amor y el desamor, la picardía y el humor, pero también servían de crítica social en tiempos donde hasta doña Zaida le prohibía sus canciones.
Político, locutor, filántropo, entre otros títulos que desempeñó con amor a su patria, hasta el último día quiso con su fuerza muy notable, dar mucho más.
A pesar de que en multiples ocasiones quiso retirarse de los escenarios, no pudo hacerlo nunca hasta el momento de su muerte.
Y es que verdaderamente era un Caballo, porque ese día no murió acostado, estaba organizando el disfrute de miles de personas en Santiago, además de estar trabajando junto a su hijo Jandy en un proyecto discográfico donde recopilaría sus más importantes éxitos.
Sin lugar a dudas, solo nos queda recordar la fuerza, empatía, buena vibra, sabrosura que ese único “negro que bota miel por los poros”, brindaba a todos los que por tanto tiempo le siguieron, así quedo demostrado tras su despedida.
Doña Fifa, Jandy, Juanjo, Ana, Marisol y los demás familiares tienen en sus manos que ese legado musical del Caballo siga permaneciendo, y con los nuevos proyectos darle a conocer a las futuras generaciones el potencial de la leyenda Johnny Ventura.
“En la América morena cada pueblo es como el mío, van derramando los ríos el agua de orgullo plena. Cada patria es la más buena según cada ciudadano.Yo lo digo en tono sano y se lo repito en serio: si salgo del cementerio vuelvo a ser dominicano”, estrofa de “Si vuelvo a nacer” escrita por Huchi Lora para Johnny Ventura.
