Todas las personas enfrentan eventos difíciles que cambian sus vidas como la pérdida del trabajo, la muerte de un ser querido, una enfermedad complicada, afrontar una pandemia y otras situaciones catastróficas. Generalmente, las personas logran adaptarse a dichas situaciones con el tiempo, gracias a la resiliencia.
La resiliencia en psicología se refiere a la capacidad que tienen los seres humanos para asumir situaciones estresantes, traumas y tragedias y superar las adversidades con flexibilidad. No solo permite que sean capaces de afrontar la crisis, sino salir fortalecidos de ello.
Las investigaciones han demostrado que la resiliencia no es una característica que algunas personas tienen y otras no. Ser resiliente no quiere decir que una persona no experimente dificultades ni tragedias; el afecto emocional es normal en personas que han sufrido grandes traumas o adversidades en sus vidas. Más bien es un proceso común de adaptación de todas las personas que incluye pensamientos y conductas que pueden ser desarrollados. Dicho esto, estas son algunas maneras en las cuales las personas pueden ir desarrollando la resiliencia:
- Estableciendo buenas relaciones con familiares, amigos u otras personas importantes. Conectarse con personas empáticas y comprensivas permite a la persona encontrar apoyo y sentir que sus sentimientos son validados. Es importante tenerlo en cuenta ya que el dolor de los eventos traumáticos puede llevar a que algunas personas se aíslen.
- Los eventos difíciles no se pueden evitar, pero si se puede cambiar la manera en que se interpretan y se reacciona ante ellos. Se recomienda aceptar los cambios y las circunstancias como parte de la vida y enfocar la mirada en cómo solucionarlos y crecer a base de ello en lugar de estancarse. Es importante establecer un patrón de pensamiento más realista y equilibrado.
- Trabajar en la autoestima es crucial ya que permite a las personas mantener una visión más positiva de sí mismo y lograr desarrollar la confianza en sus capacidades de afrontamientos y solución de problemas frente al suceso. La autoestima se trabaja tanto con los cuidados físicos como los emocionales y mentales.
- Ser proactivo en cuanto a que el hacer frente a la situación permite fomentar el autodescubrimiento de cualidades y habilidades. Si los problemas parecen demasiado grandes se recomienda seccionarlos en partes manejables y desarrollando objetivos realistas y pequeños que le permitan avanzar hacia la meta que desea lograr.
- Aprender a manejar impulsos fuertes y sentimientos desagradables a través de la identificación y la expresión adecuada de los mismos es un factor asociado a la resiliencia y facilita el proceso.
