El PRD tiene 81 años. Se fundó Desde el exilio. Es el partido de más larga data, el que más ha contribuido a la democracia dominicana. Hacedor de partidos políticos.
Imposible hablar de democracia y política dominicana sin ocupar el lugar más estelar el PRD.
Ahora, por sus incompetencias, lo que se juega es la vida o la muerte, la supervivencia o la aniquilación.
Lo que se ventila es si los partidos políticos podrán recuperarse, el mal menor no es aniquilarlo, y creerse la ilusión de que la política dominicana se establecerá entre PRM y PLD, de que el bipartidismo fortalece.
Se está debilitando y aniquilando la democracia.
¿Es que están perdiendo la noción verdadera de gobernar, es que habrá que preguntarle si saben qué es gobernar, una presidencia?
Honestamente eso es Nada. Migajas.
Ningún derecho, ningún cambio, ninguna política económica, ningún gobierno vale siquiera un ápice comparado con el hecho de conseguir destruir al PRD y los partidos dominicano
El odio aniquila, mata ilusiones y solo logra consolidar los reflejos deformes y monstruosos.
Con ese camino no siempre se sale vencedor, es un juego que no suma a los ciudadanos, se convierte en una decepción permanente.
No se puede construir, transformar, cambiar la vida publica si no hay una coexistencia pacífica entre los actores principales, los políticos y partidos.
Ir tras la destrucción de los partidos políticos, los líderes, aprovechando una debilidad momentánea es peligroso.
Es un error grave pensar que la hegemonía no se construye desde la colaboración sino desde la conquista o destrucción.
No desde la compasión sino desde la violencia.
Hay un objetivo de exterminio, se recurre a exigencias draconianas, destruir los partidos, ahogarlo, disminuirlo, pero con ello le están dando la excusa para la lucha, para las agresiones, nadie se queda quieto y sin actuar cuando le van encima par a exterminarlo.
¿Cabe mayor exhibición pública de ultraje?
La “negociación”, lo de la JCE no pudo haber sido más evidente.
Aquí no caben inverosímil y excusas infantiles, esa fue una decisión política.
Ahora solo falta que pidan, que vayan tras la cabeza de los líderes de esos partidos.
Y que ensayen humillaciones públicas, las maniobras deshonestas no llevan a buen término a quienes la ejecutan y a la nación toda.
Esto tiene que cambiar…
La decisión de la JCE ha desvelado una verdad dolorosa: la independencia de nuestras instituciones es una quimera.
Revertir esta mediocridad en la política dominicana requerirá de profundas reformas que deben comenzar por la educación.
Deben empezar los lideres y sus partidos por ellos mismos y forzar al Estado, al gobierno a tomar medidas concretas que frenen la degradación de la vida pública.
Los líderes y partidos tienen que ser autocríticos y responsabilizarse por estos fracasos.
El PRD debe saber que le jugaron una pasada muy pesada. Miguel Vargas debe asumir la responsabilidad política 24 7 o, sino que deje eso. Para el PRD crecer, legalizarse nueva vez debe Miguel Vargas salir a las calles, caminos y callejones como un gladiador de esperanza, demostrar la cara revolucionaria y transformadora del partido blanco, ¡¡¡levantar en alto la bandera de la liberta con su jacho encendido como bien decía el líder de siempre José Francisco Peña Gómez, “levanten las banderas levántenlas!!!”
Por Fernando Peña