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13 de mayo 2024
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OpiniónMiguel ColladoMiguel Collado

¿Cuándo enseñé Eugenio María de Hostos?

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(En el 183 aniversario del Gran Maestro)

Es curioso —y quizá contradictorio—, pero comencé a enseñar el pensamiento moralista del Gran Maestro Eugenio María de Hostos antes de conocerlo a profundidad. Siendo yo muy joven —tenía unos 22 años de edad y había publicado mi primer libro de poesía: Pesada atmósferaera el profesor de la desaparecida asignatura «Moral y Cívica» en los colegios «María Trinidad Sánchez» y «José Enrique Rodó», ambos situados en el sector de San Carlos de la ciudad de Santo Domingo. Era el año de 1976.

En el primero de esos centros educativos mis clases iban dirigidas a estudiantes de los cursos sexto, séptimo y octavo, mientras que en el segundo, mis discípulos cursaban el cuarto teórico, es decir, el cuarto grado del bachillerato.

 

El texto de apoyo didáctico que yo utilizaba era Moral Social, de Eugenio María de Hostos. Conservo el ejemplar que leía con el placer con que se lee una manual para la salvación eterna: la edición de 1968 de la Editorial Universitaria (EUDEBA), impresa en Buenos Aires, Argentina.

No era yo un estudioso ni un investigador de nada en esa época, sino un idealista y moralista que se tomaba muy en serio eso de ser educador, razón por la que —contrario a los deseos de mi madre, quien anhelaba que yo estudiara Finanzas— había decidido ingresar a la Facultad de Humanidades «Pedro Henríquez Ureña» de la Universidad Autónoma de Santo Domingo para estudiar la carrera de Pedagogía con una concentración en Letras. Maestra mía fue la más hostosiana de todas las dominicanas (después de Salomé Ureña de Henríquez): me refiero a la ilustre Ivelisse Prats-Ramírez de Pérez. ¡Cuánto aprendí con ella!

Precisamente, en San Carlos vivió Eugenio María de Hostos al regresar a República Dominicana en 1879 y allí tuvo a los primeros cinco de sus siete hijos. Detalles sobre su estancia en ese sector y su familia aparecen en mi libro Tributo a Hostos: textos en su memoria (2014, 2016).

Por Miguel Collado

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