La Liga Municipal Dominicana fue creada en el año 1938 por medio de la Ley número 49 con el objetivo de servir de ¨organismo asesor, de asistencia, control y fiscalización de los ayuntamientos y las juntas municipales¨, es decir, algo así como un supervisor del funcionamiento de los gobiernos locales cuyo objetivo es lograr la eficiencia de la municipalidad.
Para entender el porque de su creación deberíamos ubicarnos en la época, un país con la mayoría de su población ubicada en la zona rural, con un muy alto indice de analfabetismo, ciudades pequeñas y controladas por un régimen tiránico y opresivo, que necesitaba mantener sus ojos y oídos por todas partes para ejercer el control social que demandaba el dictador Trujillo.
La existencia de los gobiernos locales a nivel municipal requiere la transferencia de competencias desde el gobierno central y supone el no sometimiento a su jerarquía, algo inaceptable un régimen como el que imperaba en la República Dominicana en ese entonces, por lo que la Liga Municipal Dominicana fue un esfuerzo de desconcentración, donde se transferían ciertos atributos pero el verdadero poder se mantenía a nivel central.
Ha llovido mucho desde esa época hasta la fecha y por décadas la LMD ha tenido que irse adaptando a los diversos retos que se le han presentado, de modo tal que por los avatares sucedidos a través de diversas administraciones, son muchos los que se han preguntado de si el país en que vivimos requiere de un organismo como el creado hace tantos años que no se adapta al concepto de descentralización sobre el que se fundamenta la municipalidad.
Pues parece que el gobierno del Presidente Danilo Medina le ha encontrado el trabajo perfecto a las actuales autoridades de la LMD para que justifiquen su existencia, solo que en el llamado proyecto ¨Dominicana Limpia¨ la República Dominicana se juega la vida, como todo país insular sobrepoblado, por lo que el inicio del 2018 marcará un nuevo comienzo de la historia del organismo que solo servía hasta hace poco como ¨asesor de los ayuntamientos¨, hoy llamados eufemísticamente ¨alcaldías¨.
En el día de ayer, el Secretario General de la LMD, Johnny Jones, anunció que en el primer trimestre del próximo año da comienzo al tan anunciado ¨Plan Dominicana Limpia¨ con la adquisición de los equipos que serán entregados, bajo la supervisión del organismo que dirige, a las alcaldías para transformar desde sus cimientos la cultura de manejo de los residuos sólidos que ha sido durante muchos años el dolor de cabeza de los que dirigen los municipios del país.
Nadie se había atrevido en la República Dominicana a plantear una solución a un tema que esta vinculado en forma transversal a aspectos tan importantes como son la salud pública, el medio ambiente, el turismo, la economía, la generación de energía, el reciclaje, es decir, tantas aristas que solo el enunciado da una idea de lo importante que es para el país que todos ayudemos a que este plan sea un éxito.
Por nuestra ubicación geografica somos un país con una gran potencialidad para atraer millones de visitantes, contamos con amplias regiones de nuestras costas que funcionarían como nuestro ¨petroleo¨ si somos capaces de construir una industria turística amigable con el medio ambiente, y todo esto pasa por eficientizar la limpieza de nuestro litoral, evitar la erosión y mantener de forma adecuada la existencia de todos nuestros ecosistemas frente a la agresión que en forma natural realizamos los seres humanos frente a la naturaleza.
Todo esto pasa por la organización y control sobre el manejo de los desechos sólidos de los mas de 11 millones de personas que habitamos nuestra parte de la isla y los sobre 7 millones que se esperan nos visiten el próximo año 2018, en nuestra ruta hacia la meta de conseguir los 10 millones esperados para el año 2020.
Esta es la importancia de ¨Dominicana Limpla¨ y el nuevo papel que le ha reservado el actual gobierno a la LMD y a las alcaldías, transformar la cultura de recogida de basura, que en muchos casos se ha convertido en la razón de ser de los gobiernos municipales, es una necesidad si es que queremos seguir transitando la ruta del crecimiento sostenido en un sector donde hemos demostrado que podemos competir con los que nos rivalizan en el área.
Por medio de este plan la República Dominicana comenzará a aplicar políticas que nos lleven a ser un modelo en Centroamérica y el Caribe, creando la cultura popularizada en el mundo con las siglas de las 3R, que quiere decir: Reducir, Reutilizar y Reciclar, todo referido al uso que damos a los bienes de consumo, su manejo como residuos sólidos y la posibilidad de crear un ambiente sustentable con la participación de la población.
Se iniciará este 2018, según el anuncio de Johnny Jones, y comprende proyectos tan ambiciosos como la tranformación de los botaderos de basura a ¨cielo abierto¨, verdaderos criaderos de incubación de todo tipo de enfermedades endémicas en el país, en rellenos sanitarios que son una solución final que se ha encontrado en las ciudades modernas para el problema de la contaminación que producen los residuos sólidos.
Ademas la entrega de equipos para los cabildos que logren eficientizar y mecanizar la recogida de basura visto esto como un proyecto integral, es decir, terminar con la cultura del invento local, donde cada quien tiene una idea de como hacer las cosas, y actuar de una vez y por todas como una nación preocupada por encontrar solución a un problema nacional que, como ya hemos dicho, es prioritario para organizar nuestro futuro como país en crecimiento constante.
Para esto si que es necesaria la existencia de un organismo que vincule a la municipalidad con el gobierno central, y este ¨Plan Quisqueya Limpia¨ parece definir el papel hacia futuro de la tan combatida Liga Municipal Dominicana y sus actuales autoridades, una bocanada de aire fresco a una institución que estaba obligada a redefinir su papel ante la nueva realidad nacional.