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26 de abril 2024
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OpiniónFrancisco Cruz PascualFrancisco Cruz Pascual

Valides de una teoría

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La validez de una teoría educativa se realiza cuando se contrasta con la realidad, sin importar que sea pedagógica o didáctica. Al contrastarla con la realidad que se deriva de su aplicación en contextos puntuales, alcanza su validez, porque ha sido probada en la acción práctica. El término “teoría” se origina en la voz griega “theoriein” cuyo significado es observar. Es importante enfatizar que en sus inicios se teorizaba al visualizar obras de teatro, de ahí, cabe la explicación de su significado actual, porque desde ese ámbito la noción permite hacer referencia a una cuestión provisional, que tiene que ser probada en la realidad.

Con el paso de los siglos el término ha evolucionado, adquiriendo un sentido más intelectual, iniciándose una aplicación para definir “capacidad para comprender la realidad” por encima de lo visto y oído. Fue de esa forma que se acumuló experiencia, como para que fuera asimilada y descrita por medio de un lenguaje explicativo.

Hoy en día, una teoría es entendida como un sistema lógico que se plantea a través de observaciones, axiomas y postulados. Una teoría procura el propósito de afirmar las condiciones en que se demostrarán ciertos supuestos, tomando como punto de referencia a una explicación del medio ideal, para de esa forma desarrollar los planteamientos que expone.

Una teoría educativa compone proposiciones formuladas para describir, explicar, optimizar y quizás predecir un hecho o un fenómeno educativo. La teoría puede ser más o menos rigurosa, depende si se refiere a cuestiones científicas, filosóficas, tecnológicas o de cualquier tipo. En cualquiera de los casos es una manera de explicar o describir una realidad u objeto ideal.

En la teoría educativa se describe, proyecta y explica un asunto sobre los objetos, campos, sujetos y procesos docentes, porque su rigurosidad tiene que ver con el hecho educativo, que se considera ciencia, filosofía, técnica y arte.

Es que la teoría educativa explica, describe y se aplica sobre campos y objetos concretos, a través del arte y la disciplina que acciona en los procesos académicos.  El arte se expone a través de todos sus recursos, pero, sustentado sobre la técnica docente que nace desde la ciencia que se enseña.

En ese sentido, la teoría educativa como ciencia hace proposiciones reales, que se puedan validar y comprobar. Como filosofía, esboza proposiciones que nacen de razonamientos, análisis y reflexiones rigurosas, las que van dando respuestas, esencialmente al “para qué y al qué de la educación.”

En el campo del arte, organiza proposiciones que expresan la particular manera de percibir, interpretar, valorar y expresar la educación.

Como técnica, la teoría educativa hace proposiciones, cuyos contenidos norman y dotan de procedimientos a la educación con el objeto de optimizar los procesos, para limitarlos o desarrollarlos.

Como se sabe, la teoría pedagógica no ha estado ajena a la multiplicidad conceptual del término “teoría.” Al dilucidar el concepto, nos encontramos con la propiedad que tiene el concepto “pedagogía” como término marcadamente polisémico. Por ello, cuando preguntamos ¿qué es Pedagogía? surgen respuestas divergentes que dificultan una respuesta única. Se hace necesario construir lo que para nosotros significa el concepto Pedagogía, para poder dar respuesta objetiva a la pregunta ¿qué se entiende como teoría pedagógica?

Como dijimos al inicio de estos párrafos, la validez de una teoría educativa se realiza cuando se contrasta con la realidad, sin importar que sea pedagógica o didáctica. Al contrastarla con la realidad que se deriva de su aplicación en contextos puntuales, alcanza su validez, porque ha sido probada en la acción práctica. Es la aplicabilidad de la teoría, al reflejarse en sus múltiples experiencias, la que presenta posibilidades de reconocer su propia potencialidad como herramienta de transformación de la práctica educativa.

En realidad, son las experiencias, las que van permitiendo, por un lado, fundamentar las posibilidades reales de una pedagogía cualquiera, en especial, la Pedagogía Fronteriza, de la que hemos estado hablando en los últimos razonamientos como una vía para desarrollar conocimiento a través de las aulas en todos los niveles educativos.

Las experiencias de la Pedagogía Fronteriza proporcionan una muestra de los retos que se le pudieran presentar a un docente crítico al desarrollar sus postulados teóricos.

Se trata de analizar, reflexionar y discutir junto a los alumnos, para descubrir la diversidad y las discriminaciones que conlleva la práctica docente hoy en día. Es un gran reto académico autodefinir, si estamos a favor de la diversidad o si lo que buscamos es erradicarla del contexto humano. En este punto, es bueno enfatizar, que no estamos coincidiendo con la agenda global que pretende trastocar la cultura y destruir la forma en que vivimos hoy, muy por el contrario, manejamos la diversidad en el contexto del respeto al prójimo y su derecho a vivir plenamente, sin manipulación interesada.

Por Francisco Cruz Pascual

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