La gente quiere y necesita tener cerca a sus representantes. Esos políticos del pasado, que se creían semidioses, hoy no son más que anécdotas históricas que viven un presente que no pueden comprender ni asimilar.
El político moderno también tiene que hablar el mismo idioma de su pueblo. Los tiempos en que el político usaba un lenguaje rebuscado para impresionar, quedaron en el pasado. Hoy en díala gente consume y se identifica con un discurso llano y coloquial, en sintonía con sus intereses propios.
El político que quiera separarse de sus electores sólo tiene que vivir de espalda a las redes sociales, que en la actualidad constituyen la principal herramienta de comunicación que utilizan las personas entre 18 y 45 años, a nivel mundial.
Sin caer en populismo, el político de hoy tiene que estar cerca de sus electores, incluso más, si no hay elecciones en el horizonte, porque es lo que valida y consolida su vocación de servicio.
“En política los pequeños detalles se convierten en grandes”, Winston Churchill.
En países como el nuestro, las relaciones humanas del dirigente político le abren muchas puertas, por lo que después de ser elegidos o designados, los políticos deben regresar a los lugares donde fueron a buscar los votos, sin esperar una fecha especial o la celebración de otros comicios, para estar con sus votantes yreiterarles el compromiso de ayudar a sus comunidades.
Hoy en día vemos a líderes dominicanos, como el presidente Luis Abinader, acudir a un estadio, a una plaza comercial o un parque, sin ínfulas ni aparataje, algo nunca pensado en épocas como las de Joaquín Balaguer y Leonel Fernández, por citar algunos casos.
Estas acciones son bien recibidas por la gente, que percibe al líder político como una persona cercana y humilde, lo que se traduce en una buena imagen y casi siempre se convierte en votos.
En conclusión, hoy en día el funcionario público que no entienda que es un facilitador de gestiones y un ente conciliador entre sus compañeros, será repudiado por los electores y por su propio partido.
El autor es viceministro de la Presidencia, MB en alta dirección en gestión pública (Barna) y miembro del Gabinete Presidencial de Luis Abinader.