Mucho ha sido el debate alrededor de la aprobación de la tan anhelada Ley de Partidos Políticos, y creo que es de vital importancia estar conscientes y manejar al menos los puntos básicos sobre el tema, a fin de cuentas, es parte de vivir en democracia o lo que queda de ella.
Tal como dice su primer artículo: “Esta ley regula el ejercicio del derecho de todos los ciudadanos a organizar partidos, agrupaciones y movimientos políticos o formar parte de ellos, y establece las normas que regirán la constitución y reconocimiento, organización, autorización, funcionamiento, participación en procesos electorales, vigilancia, sanciones y disolución de los partidos, agrupaciones y movimientos políticos, para afianzar la libertad de asociación consagrada en la Constitución, estableciendo los procedimientos para la libre organización de partidos, agrupaciones y movimientos políticos y garantizando el derecho de los dominicanos a afiliarse o renunciar a cualesquiera de ellos”.
Después de 20 años de discusiones respecto a la necesidad de una ley de esta naturaleza, el Senado -controlado por el Partido de la Liberación Dominicana- aprobó en abril pasado un proyecto en ese sentido, pero al llegar a la Cámara de Diputados fue enviado a una comisión debido a que no se logró el quórum para conocerlo por la falta de consenso entre los partidos respecto al mismo.
Dicho proyecto proponía primarias abiertas, simultáneas y organizadas por la Junta Central Electoral (JCE). Esta iniciativa fue sometida por la facción danilista de la PLD, pero rechazada por el presidente de esa organización y expresidente de la Republica, Leonel Fernández, así como por los partidos oposición y la sociedad civil, quienes defendían que sean los estatutos de los partidos los utilizados para escoger a sus candidatos electorales.
El debate se polarizó al punto que se creó una comisión especial encargada de la discusión del proyecto.
Finalmente, este martes 7 de agosto, pasadas las 8:00 pm y luego de una larga jornada de debates acalorados en la cámara baja, se aprobó en segunda lectura consecutiva con 146 votos a favor y solo 38 votos en contra la Ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, instrumento que se supone debe regular el buen funcionamiento de las agrupaciones políticas de nuestro país. Y digo se supone porque ya sabemos cómo funciona el ordenamiento jurídico en nuestro sistema.
En la pieza legislativa no quedó muy esclarecido la forma en que se deben financiar los partidos y sus candidaturas, de donde vienen los recursos y hacia dónde van, este detalle debió quedar bien planteado pues considero era el punto más importante.
Otro valor negativo fue la cuota de la mujer, un verdadero retroceso, debido a que agrupa en un 40% la cuota para ese segmento. Esto conlleva un recurso de inconstitucionalidad, debido a que la Constitución de la Republica establece que debe haber una lista de hombres y otra de mujeres.
Respecto a la cuota de la juventud se aprobó un 10%. Ahora toca a esta generación asumir su rol con responsabilidad y trabajar arduamente para ganar su espacio. No obstante saludo y quiero resaltar que se favorece la educación técnico-profesional en materia política, de aplicarse sería un gran avance.
En definitiva, esta ley no establece sanciones económicas ni consecuencias penales contundentes y eso es preocupante.
Particularmente no me siento conforme con lo que se aprobó el pasado martes. No es una ley representativa y contiene vicios inconstitucionales.
No creo que ayude mucho a superar la crisis que hace años atraviesa nuestro sistema de partidos. No hay intención política de que así sea.
La oposición demostró una vez más porqué es “oposición”. Los intereses personales una vez más se anteponen al bienestar colectivo. Queda demostrado que falta mucho por hacer para fortalecer nuestra democracia, pero esa fue la ley posible y es la que tenemos.
