Gracias a la firmeza y determinación de la presidente interina de Bolivia Jeanine Áñez, el país suramericano logró la estabilidad necesaria para organizar nuevas elecciones, ahora verdaderamente democráticas, luego de la renuncia forzada del ex dictador Evo Morales.
Jeanine Áñez, una hermosa mujer, abogada, con don de mando, gran porte y estatura de estadista, hasta ahora, ha podido dirigir con notable acierto un país en profunda crisis política y social, inmediatamente luego del la renuncia del dictador y caudillo cocalero de orientación marxista y lacayo del castrochavismo, quien no pretendía de ninguna manera soltar las riendas del poder, por lo que tuvo que ser forzado a hacerlo por medio de la resuelta movilización popular, firme y permanente.
Como se sabe, el ex dictador, siguiendo la agenda marxista de instalar la dictadura del “proletariado”, luego de cumplir dos períodos constitucionales, manipulando la realidad y las leyes, logró postularse, de nuevo ilegalmente, a las fraudulentas elecciones por él manipuladas. por todos los medios y subterfugios, utilizando falsos argumentos de supuestos derechos humanos, como el argumentado “derecho humano”, de la reelección permanente, a último minuto sacado de la manga.
Morales, ahora refugiado en Argentina, luego de haber estado en México en las mismas condiciones, en todo momento alega que todo fue un golpe de Estado dirigido por la “la ultra derecha” y los Estados Unidos, y que todavía es el presidente de Bolivia, porque el congreso no sesionó para aceptar su renuncia, aunque su propia constitución dice claramente que por abandono del cargo el presidente pierde el derecho de serlo.
Sin embargo a Morales esa versión de golpe de Estado, solo la secundan sus socios del socialismo del siglo 21, Cuba, Nicaragua, Rusia, China, Irán y Turquía y unas cuantas corruptas cleptocracias y satrapías bananeras diseminadas por el planeta, pues diferentes organismos internacionales avalan el monumental fraude cometido por el cocalero, lo que indica que el que el golpe de Estado lo quería dar él con el dolo cometido.
Según la Unión Europea en dichas elecciones hubieron irregularidades generalizadas. En un informe difundido el viernes 20 del mes en curso, la UE recuerda que antes de los comicios ya había una percepción generalizada de que Morales era reacio a dejar el poder, esto, luego del fallo judicial, por él inducido, que avaló el supuesto derecho de postularse indefinidamente.
Con un tribunal electoral parcializado, el temor a que se cometiera un fraude descarado como el que ocurrió, era lo que reinaba en el enrarecido ambiente electorero.
Este órgano electoral «hizo poco por restablecer la confianza: no adoptó medidas contra el flagrante uso ilícito de los recursos del Estado durante la campaña, bloqueó la publicación de una encuesta de opinión desfavorable para Morales», señala el informe de la UE.
Además, «se demoró en explicar los incrementos inusuales del padrón y de lugares donde tradicionalmente el MAS -el partido de Evo Morales- tiene mayor apoyo».
«La característica más destacable de la campaña fue la ausencia de equidad en la competencia, debido a los limitados recursos disponibles por la oposición en contraste con los vastos recursos del Estado movilizados por el MAS», denuncia el detallado informe.
«A pesar de las numerosas denuncias, es sorprendente que solo hubiera un caso significativo donde se aplicara una sanción», cinco meses después de que Morales fuera denunciado por prometer obras públicas a cambio de votos.
En la jornada de votación hubo «un gran número» de actas electorales que «evidenciaron irregularidades», añade.
El análisis califica de «incomprensible y alarmante» la forma en que se interrumpió el cómputo de votos que preveía una segunda vuelta, para horas después reanudarse «súbitamente y en cuestión de minutos» dar ventaja a Morales para ganar en primera ronda.
El actuar del tribunal electoral, «la ausencia de explicaciones sobre sus decisiones y el cambio de tendencia, dañaron irrevocablemente la confianza en el proceso de cómputo», agrega el informe.
La UE observa «numerosos errores e irregularidades» en las actas electorales, como un número inusualmente elevado de votos nulos y en blanco o una participación del cien por ciento de los electores, por lo que varias de ellas «deberían haber sido anuladas».
«El proceso de cómputo fue caótico y pareció deberse al empeño del TSE -Tribunal Supremo Electoral- de proclamar los resultados presidenciales lo antes posible, independientemente de que hubiera errores e irregularidades», reitera.
Anteriormente, la Organización de Estados Americanos, OEA, había publicado un informe parecido al de la UE, donde también evidenció la comisión de las mismas irregularidades.
El que dude de estos informes ignora que lo mismo hizo Hugo Chávez en los procesos electorales venezolanos durante toda su despótica y odiosa administración y en las posteriores donde ha salido ganancioso su heredero, el dictador Maduro.
Y lo mismo hay que decir de los amañados procesos electorales llevados a cabo por la brutal dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, donde se han violado todas las normas democráticas sin que nadie se atreva a protestar porque se sabe de las funestas represalias que conllevaría tal osadía.
Con su carita de “yo no fui” cualquiera compra al “pobre indígena” ¡ay, pobrecito…! detrás de ese disfraz de inocentón, hay tremenda tarántula agazapada.Por
Por José Flández