Asisa nos trae esta semana la publicación de su encuesta para el mes de septiembre. Como en anteriores, otra modificación constitucional que posibilite la reelección del presidente Medina marca una alta tasa de rechazo.
El porcentaje sigue siendo significativo: el 75% de los entrevistados sabe que la Constitución no permite que el presidente se postule de nuevo; el 70% dice que no debe ser modificada para esos fines, y otro 70% dijo que hacerlo traería consecuencias negativas para el país.
El tema viene circunscribiéndose al aspecto legal, que para algunos es fácil de entender y hasta de interpretar por su base académica. Para nosotros, los más, solo atinamos a comprender lo posible, lo que vemos a simple vista.
El país está renuente a que se pesque en mar revuelto, porque un intento de esta naturaleza traería como consecuencias el inevitable resquebrajamiento institucional y democrático que tanto nos ha costado construir.
La valoración que a la fecha tiene el presidente Danilo Medina es sumamente importante, pues confirma la certeza de que con los gobiernos peledeístas siempre ha habido progreso y estabilidad social.
Y con relación a los posibles candidatos, indiscutiblemente la más alta valoración se la sigue llevando Leonel Fernández. Es el candidato a vencer por mucho, en su partido como en las elecciones generales del 2020.
Su ascendencia ha sido constante, tanto que una vez publicado el resultado de Asisa las redes calentaron la temperatura mediática convirtiéndose en tendencia #LeonelPaArriba de inmediato.
El PLD sigue siendo el partido con mayor simpatía del espectro partidario nacional. Este escenario y -como he dicho en ocasiones anteriores- una buena gestión de gobierno, son imbatibles de cara al 2020.
Los que no conocen nuestro partido, se dan a la tarea de predecir un futuro que solo les favorece a ellos circunstancialmente. Apuestan a toda clase de recetas y sugerencias; se permiten la condición de asesores y consejeros, y hasta nos “meten cuco”.
Se olvidan que el PLD trabaja en función de cuerpo, y sus decisiones por muy lastimeras que parezcan son tomadas en base al consenso y la conveniencia que más favorezca a la nación.
Como en todo, porque la vida nunca podrá ser siempre de color rosa, habrá bajas de guerra. Los heridos tomarán su tiempo de sanación y al momento de volver al ruedo marcharemos juntos en pos del proyecto de nación.
Solo así, comprendiendo militantemente la misión que hay por delante, hemos llegado juntos a tantos años en el ejercicio del poder político desde el Gobierno.
¡Y seguiremos!
Por: Clemen García Damirón