Según UNESCO, “la inteligencia artificial (IA) tiene la capacidad de hacer frente a algunos de los mayores desafíos que afronta, hoy en día, el ámbito de la educación, de desarrollar prácticas de enseñanza y aprendizaje innovadoras y, finalmente, de acelerar el progreso en la consecución del ODS 4”. En esa misma nota, el organismo advierte, que “no obstante, estos avances tecnológicos rápidos implican inevitablemente numerosos riesgos y retos, que los debates sobre las políticas y los marcos reglamentarios tienen aún dificultades para poder superarlos”.
Lo que vemos en la actualidad sobre los avances en el área digital y de las ingenierías ligadas a la tecnología supera la ficción. Porque cuando escuchamos a Bill Gates o a Elon Musk nos remontamos a los escritos de Julio Verne, sus novelas por ejemplo, en el tiempo en que fueron expuestas al público, eran como premoniciones increíbles que reflejaban los avances científicos, las innovaciones tecnológicas e incluso los grandes descubrimientos geográficos que le precedieron. Estamos seguros de que el genio creativo tuvo que realizar un enorme trabajo de investigación documental para poder componer cada una de sus creaciones. Cuando leemos “los viajes extraordinarios”; “viajes al centro de la Tierra”; “de Tierra a la Luna”; “cinco semanas en globo”; “la vuelta al Mundo en 80 días”; “veinte mil leguas de viaje submarino” o “los hijos del capitán Grant”, nos damos cuenta de la genial creación de este visionario, emprendedor e innovador ser humano.
A estas alturas del tiempo, nadie debería negar que Julio Verne fue un visionario de gran carácter innovador. Que su capacidad para imaginar el mundo futuro, describirlo en sus novelas y darnos cuenta hoy que vivimos cotidianamente compartiendo con creaciones que él imaginó y luego aparecieron en el escenario social en forma contundente. Se puede comparar a Verne con Leonardo da Vinci, cada uno en su espacio temporal. Da Vinci en pleno Renacimiento fue un inventor, tecnólogo, filosofo, botánico, científico, anatomista, urbanista, escultor, pintor, ingeniero y músico. En todas esas ramas cognitivas creó e innovó sin precedentes, desafiando incluso a la cultura de entonces, desde el ámbito de su emprendimiento.
Es verdaderamente indiscutible, que lo que parecía inimaginable hace poco tiempo, ahora parece que se nos viene encima como por arte de magia. Sin temor podemos afirmar que nos aproximamos a una transformación de la vida particular de cada una de las personas que habitamos el Planeta y que el mundo creado en cada una de las personas que existimos hoy día, sufriremos una reingeniería social sin antecedentes en los anales de la historia, la que se nos impone a través del poder económico estructurado por una nueva clase dominante.
Si hacemos un breve inventario de los hallazgos del presente siglo, vemos como el 4 de julio del 2012 la Organización Europea para la Investigación Nuclear confirmó la existencia del Bosón de Higgs (mejor conocido como “la partícula de Dios”). Pero, ya en 2003 un consorcio internacional integrado por científicos de varias naciones descifró la secuencia completa del genoma humano. En 2008 la revista Science señalaba la reprogramación celular como un gran descubrimiento científico. Una empresa de investigación en 2012 descubrió que el denominado “ADN basura” es trascendente en el funcionamiento y regulación del sistema de ADN, porque regula la propia actividad del sistema.” Y sobre todo ese camino alucinante y espectacular, algunos expertos afirman que la Inteligencia Artificial (IA), “podría sustituir” en poco tiempo a la mente humana. Vaya usted a imaginar! la ciencia ficción se hace presente en nuestra realidad cotidiana, porque con el paso del tiempo las maquinas robóticas tendrán capacidades semejante a los seres humanos e incluso (afirman los expertos), que podrán ir más lejos en cuanto a razonar, ser creativas, tomar decisiones y “hasta anticiparse a cosas que pueden pasar antes de que ocurran” y hacerlo, “en tan sólo segundos”.
Según afirman, el funcionamiento de estos robots de cerebro imaginario, los datos y las conexiones que existen entre todas las neuronas humanas, serían el algoritmo de esas máquinas. Entonces, cuanta mayor información adquiera la máquina, mayor potencia tendrá el algoritmo para elaborar mejores respuestas ante las interrogantes y retos presentados.
Estamos ante una realidad misteriosa, en donde la Inteligencia Artificial nos cerca, rodeándonos cada día más y a las personas les agrada dicho cerco, porque les quita tareas indispensables como realizar una compra en línea. Hasta ahora las compras en líneas han sido mecánica, pero, “las páginas webs, basándose en nuestros datos personales y búsquedas, nos harán recomendaciones más concretas y basadas en nuestros posibles gustos”.
Nos acomodamos sin darnos cuenta de las perspectivas que nos depara ese camino que tiende a convertirnos en piezas de una nueva estructura social que enajena al individuo, conduciéndolo a no interesarse por las complicaciones de su propia existencia. Estos avances científicos-tecnológicos nos ofrecen un mundo diverso de ChatGTP para resolver por nosotros nuestros retos y desafíos cognitivos.
Por Francisco Cruz Pascual