MI PALESTRA
Todos los dominicanos allá por el año de 1996 fuimos sorprendidos por la presencia repentina de un joven peledeista como candidato presidencial con el apoyo del presidente Balaguer y su partido y el expresidente Juan Bosch líder de la organización a la que pertenecía el joven.
Desconocido más allá del PLD había sido compañero de boleta presidencial de Bosch y en el 1990 sonó como posible Canciller en un eventual gobierno morado.
El líder lo llamó una mina de oro, y Balaguer terminó muy dolido con la forma en que él y los suyos pagaron el apoyo incondicional del 96.
Este joven por razones de todos conocidas volvió al poder impulsado por lo que se entendió un mal gobierno de Hipólito Mejía y estuvo 8 años en el ejercicio del poder, quiso cerrar las puertas a quien mas le había ayudado políticamente y a gobernar el dirigente Danilo Medina, e incluso hizo un acuerdo en ese sentido que la otra parte desbarató y tuvo que apoyar a Medina.
De todos es sabido que su única razón de vida del 1996 en adelante es ser candidato a la presidencia de la República o presidente de la República.
Ha dicho que es un hombre con mucha suerte a que todo se lo han regalado, incluso la presidencia de la República, pero no ha dicho que se le olvidó en el Palacio nacional, porqué tiene que ser el por encima de todo y de todos incluso de su esposa de entonces.
Así las cosas está dando claras y preocupantes demostraciones de olvidos y de evidente deterioro de su olfato político y se presta a cualquier situación o compañía con el único objetivo de ser presidente.
El país sabe que no es un Balaguer políticamente hablando, quizás no porque no esté presto a decir que si a grupos y poderes con el objetivo de la presidencia, sino porque no tiene el sentido de la humildad ni está manejando el silencio que en política tiene un valor incalculable, algo que debió aprender de su líder que no supo o no quiso usar ese gran instrumento para volver al poder.
Leonel Fernández camina al final de su carrera realmente brillante y sorprendente, pero no está consciente de esa realidad y puede ser un ente de perturbación nacional cuando vea que las cosas no le salen bien.
Por Germán Martínez
