“Raíces de un poder usurpado. Radiografía del proceso electoral dominicano de 1990”, en 1991, que detalla los fraudes ejecutados Joaquín Balaguer y su equipo de estrategas, para obtener sus victorias electorales.
Referente al fraude de 1990, dice: a trescientos mil dominicanos les fueron compradas sus cedulas, en la mayoría de los casos las pagaron a quinientos pesos. Mas adelante en el año 2019, Leonel Fernández abandonó al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), alegando que había sido víctima de un fraude en las primarias para escoger al candidato presidencial.
En el caso de la trama orquestada contra Roque Espaillat, se trató de confundir a los encuestados, agregándole a sus boletas: aliado del PRM. Llevando a muchos de sus seguidores a no votar por su candidatura al considerarlo un aliado del partido gobernante.
Las preguntas que requieren respuestas son las siguientes: ¿Quién pagó la encuesta? ¿Cuál empresa imprimió las boletas? ¿Por qué no se verificaron antes de iniciar? ¿Por qué solo se invitaron delegados de algunos partidos y dejaron fuera al que lo lleva como candidato?
Ricardo Nieves, una reserva moral que goza de la admiración y el respecto de todo el pueblo, pierde su credibilidad con su participación en este hecho. El cual anuncia la perpetración de una trama fraudulenta, para conservar el poder.
La caída de la popularidad del gobierno, provocada por el incumplimiento de promesas. Entre ellas, la rebaja de los altos costos consulares, de los impuestos a los pasajes aéreos, la modificación de la ley que limita a cinco años de fabricados, llevar vehículos con los beneficios de las mudanzas, entre otros reclamos.
Ha creado muchas preocupaciones en el litoral gobernante. Temen que no se repita la contundente victoria de las pasadas elecciones, en que obtuvieron el 71.59% de los votos válidos. Arrasando con las siete diputaciones de Ultramar.
La pírrica votación en la encuesta, es un mensaje claro y contundente de la inconformidad existente con la gestión de gobierno. De más de 275, 350 dominicanos empadronados, solo votaron 1,549 personas.
El desencanto se ha apoderado de la voluntad de los dominicanos para asistir a las urnas. Por tal razón, han enviados decenas de altos funcionarios al exterior, para ofrecer nombramientos y pensiones. Pero, todo indica, que ha sido en vano.
Por: Elías Samuel Rosario Mata