Es la forma que nos indica cómo debemos tratar a las personalidades de acuerdo al cargo que desempeñan; es decir, es la manera en que nos dirigimos a los jefes de Estado o de Gobierno, miembros de la realeza, jefes de Iglesia entre otras altas dignidades o funcionarios, a través de la correspondencia que viene a ser parte del protocolo de Estado, protocolo diplomático o cuerpos consulares acreditados.
En nuestro República Dominicana el único que lleva el tratamiento de “Excelentísimo Señor” es el Presidente Constitucional de la República; no obstante, actualmente el Sr. Presidente Luis R. Abinader Corona prefiere no ser llamado de esta forma y cuando nos referimos a él en segunda persona del singular debe tratarse de “Excelencia”. De igual forma, el vicepresidente de la República; el/la presidente/a del Senado de la República; el/la presidente/a de la Cámara de Diputados; el/la presidente/a de la Suprema Corte de Justicia; los/as ministros/as de Estado; viceministros/as de Estado; Directores/as de Estado; Gobernadores/as; Senadores y Senadoras, Legisladores, Alcaldes/alcaldesas y Regidores/as. En algunos casos, este tratamiento depende del ceremonial y mesa presidencial y podemos decir: “ Honorable Señor y/o: Honorable Señora”.
A los ex Presidentes de la República; por el alto cargo que desempeñaron y a manera de respeto y cortesía, se les sigue tratando de ex Presidente o Excelencia y siguen portando pasaportes diplomáticos en caso de haber hecho su gestión con transparencia y respeto a los ciudadanos .
En nuestra próxima entrega hablaremos de los tratamientos honoríficos a nivel internacional.
Por Rocío Regalado