Desde el año 1976, en que el presidente Joaquín Balaguer desafió a la cúpula militar con el nombramiento del general Nivar Seijas al frente de la Policía Nacional. Quien lideraba un grupo de adversarios. Solo el presidente Luis Abinader, ha tenido el coraje para enfrentar al poder militar. Cabe recordar, que el Leonel Fernández siendo primer mandatario, le manifestó al entonces embajador estadounidense Hans Hertell, que el presidente, que se metiera contra la corrupción militar, podía ser asesinado, o sufrir un golpe de Estado
No es un secreto, que en las FFAA cada general que ocupa posiciones de mando, tiene su grupo a quienes favorece con designaciones y favores. La cantidad de miembros depende del nivel de la función que desempeñe. Si por alguna razón cae en desgracia. Se considera como alta traición, que su equipo lo abandone. Por ende, para actuar en contra de un poderoso general, se requiere de mucha cautela para no dejar cabos sueltos, que puedan desencadenar represalias.
A grandes males, grandes soluciones, dice un refrán. El desafío que representan los últimos acontecimientos, no se puede tratar con paños tibios. Si el presidente Abinader no actúa a tiempo con el rigor que merecen, van a seguir hasta llevar al país a un estado de ingobernalidad. Continuar como si nada hubiera pasado, es un mensaje de debilidad, que nubla la esperanza de un pueblo, que exige justicia y el fin de la impunidad.
Frente a hechos de esa naturaleza, el presidente debió dirigirse al país, para anunciar la conformación de una comisión de alto nivel para investigarlos. Con la misión de rendir un informe lo ante posible y llevar a la justicia a todos los responsables. Su alocución enviaba un mensaje claro y contundente a los responsables. Esa actitud hubiera creado una atmosfera de confianza en el pueblo y un estado de suspenso y preocupación entre quienes los cometieron.
Su silencio es una muestra de que ni él, ni su equipo de neófitos comprenden, la magnitud de los eventos. Como tampoco han comprendidos, que solo las bases del partido y los aliados, pueden salvarlo en caso de que haya que salir a las calles a defenderlos. ¿Quién se va arriesgar por un gobierno que no ha cumplido con quienes los llevaron al poder?
Cada nuevo mandatario, designa en las altas posiciones de las FFAA, a militares de su íntima confianza y pensiona aquellos, que tuvieron comprometidos con gobiernos anteriores. Pero, se ha dejado a la gran mayoría de los que se identificaron con el PLD, sin tomar en cuenta a quienes aportaron a la victoria. La misma situación, se repite en el servicio exterior y en todas las instituciones gubernamentales, donde la gran mayoría de empleados, vienen de las administraciones pasadas.
Si Abinader continua recorriendo el país prometiendo obras, en vez de concentrarse y prestarle atención a los sabotajes, al aumento del costo de los alimentos básicos, a frenar el aumento del endeudamiento, acelerar los sometimientos judiciales para recuperar el botín robado, decretar un plan de austeridad, con eliminación de privilegios y rebajas de los más altos salarios, a enfrentar los efectos de la pandemia, a la inconformidad de quienes lo llevaron al poder, definitivamente nos encaminamos hacia un estado de ingobernabilidad.
Lic. Elías Samuel Rosario Mata