Poco a poco las malas mañas han terminado dominando el carácter de la sociedad dominicana. Así la gente ha perdido el sentido de solidaridad y cooperación. Al menos las malas costumbres se han hecho dominantes y las buenas maneras son la excepción.
Frente a los accidentados tenemos el instinto del saqueo y no el del apoyo solidario para ayudar. La corrupción se ha hecho la norma generalizada, sustentada, además, por la impunidad igualmente generalizada.
Tiramos la basura por todas partes y no mostramos el más mínimo interés por la higiene colectiva. Mostramos indisciplina en nuestras diligencias y siempre prestos para sacar ventajas. Y nos hemos hecho violentos.
Para progresar necesitamos valores.