La muerte de Rafael Bello Andino, quizás y sin quizás el más cercano colaborador del expresidente Joaquín Balaguer abre interrogantes y preguntas sobre decisiones tomadas por el expresidente en vida.
Siempre admiré la lealtad de Bello Andino, un amigo de mi papá, y posteriormente mío al que siempre recordaré.
En sus memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo, libro que en realidad dejó muchas cosas por conocer el presidente Balaguer deja una página en Blanco sobre el asesinato del periodista Orlando Martínez para ser llenada después de su muerte por alguien de su absoluta confianza, eso no pasó ni ha pasado, todo el mundo creyó y cree que el depositario y encargado de llenar la página era Bello Andino.
En su libro La palabra encadenada donde inserta varias opiniones sobre la Era de Trujillo dice que los mismos corresponden a un libro que dejará escrito para ser publicado 20 años después de su muerte, mucha gente pensó y piensa que fue una especie de cuco del genio político del líder reformista para mantener a raya a determinados políticos que le adversaron y le hicieron acusaciones.
Ahora dice el periodista Claudio de los Santos que la página en blanco y el libro lo tenía Bello Andino quien le había afirmado que no hablaría ni publicaría nada.
Algo deben hacer los herederos políticos del ex presidente Balaguer, la palabra oral o escrita como es el caso de un hombre de su importancia debe ser honrada.
Además no hacerlo es faltar a un compromiso sagrado, y quizás la primera falta en la probada lealtad del fallecido Bello Andino para con su jefe y amigo, se especula muchas cosas, la página en Blanco quizás es menos importante porque se conocen los asesinos de Orlando, aunque quizás contenga datos no conocidos.
La verdad es que la palabra escrita de Balaguer debe y tiene que ser honrada, lo contrario es irrespeto y negar al país la oportunidad de saber hechos trascendentales y actuaciones de personeros de la Era de Trujillo.
POR GERMAN MARTÍNEZ
