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23 de mayo 2024
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3 min de lectura Deportes

Johnny Olivo se ha establecido como uno de los lanzadores más consistentes en la pelota amateur criolla

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EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. -El béisbol amateur dominicano de los últimos años ha tenido en Johnny Olivo una de sus figuras más señeras.

Gracias a un variado arsenal de lanzamientos, el destacado serpentinero santiagués ha sido una de las columnas principales del seleccionado nacional.

El experimentado lanzador que en la actualidad defiende los colores del Central Río Haina en el béisbol distrital, presenta un historial repleto de notables actuaciones.

Johnny Olivo, nació en Gurabo, una sección a diez kilómetros de Santiago. Es allí, en 1966, donde el sensacional jugador inicia sus primeros pininos en el béisbol con el equipo «Club Mambuiche”.

Se inició en el béisbol infantil como primera base, pero por una casualidad de la vida, se vio en la obligación de pitchear en un partido escenificado en 1968, cuando jugaba para la Liga «Burrulote Rodríguez», entidad con la que actuó por primera vez en forma organizada.

«Yo me trasladé a jugar juvenil a Santiago en un campeonato interbarrial y como los dirigentes de la liga ‘Burrulote Rodríguez’, se dieron cuenta que mi velocidad era extraordinaria, resolvieron utilizarme como lanzador».

Y agrega: «Para no defraudar la confianza o la responsabilidad que habían puesto sobre mis hombros, el primer juego que tiré fue no hit no run, contra el equipo representativo del «Ensanche Bermúdez», declara sonriente y lleno de satisfacción el eficiente lanzador.

En 1969, continúa jugando juvenil, pero esta vez superior con el equipo «II de Enero», y asegura que jugando en esta liga pensó en varias oportunidades en el retiro.

«‘Yo no pensaba continuar jugando béisbol -organizado, pero mi papá Rafael Olivo y mi gran actuación en esta liga, contribuyeron para que continuara en el béisbol aficionado».

Jugó por dos años con el equipo «Il de Enero», y con su labor efectiva ayudó para que su conjunto se coronara campeón del circuito.

Resumen diario de noticias

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Después de haber derrotado a casi todos los equipos en la categoría infantil, juvenil y juvenil superior.

llegó la hora de empezar la ardua tarea en las clasificaciones superiores, que lo llevarían más tarde al pedestal más alto de su carrera en el béisbol aficionado criollo.

Es con el equipo «Estrella de Nibaje, clasificación doble «A» (1971) que el lanzador libra sus primeras batallas. En este conjunto tuvo récord de cinco ganados y tres perdidos.

Pero si en los equipos anteriores supo imponer su calidad es en 1973, cuando verdaderamente se cuhre de gloria con el conjunto «Montecarlo» clasificación doble «A», al conquistar la triple corona del béisbol regional del Norte.

En esa oportunidad ganó 7-0 y tuvo efectividad de 0.91, ponchando 72 bateadores contrarios. Con este equipo permaneció hasta 1975.

A partir de ahí ingresa al conjunto de la Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago y con su labor inigualable contribuye para que la «Ucamaima», se coronara campeón del circuito Regional de Santiago en dos oportunidades.

En 1978, estuvo cerca de repetir la hazaña de conquistar la triple corona. en esta oportunidad ponchó 70, ganó 7 y perdió dos y tuvo efectividad de 1.25.

Un novato de apellido Tavárez, ganó tres y no perdió para ganar el liderato de pitcheo y así impedir que Olivo ganara de nuevo la triple corona.

En 1979, se traslada a la capital y desde ese año participa con el conjunto Central Río Haina.

«Me trasladé a jugar béisbol para la capital, primero porque aseguraba un trabajo fijo y también porque el nivel de juego fuera del Distrito es pésimo no tiene calidad».

Si grandes han sido sus proezas en el béisbol aficionado del país, lo mismo se puede decir en e ámbito internacional.

Johnny Olivo ha sido uno de los beisbolistas dominicanos más prolíficos en estadísticas. Ha participado aproximadamente en diez competencias internacionales…

Por Félix R. Díaz

Página 30

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