A juicio del maestro Miguel Ángel Fernández en la República Dominicana hay que construir un nuevo modelo educativo, ya que cuando empezó la presente gestión gubernamental se anunció un cambio en el campo de la educación.
Las expectativas se dispararon, pues si algo necesita la escuela es un cambio serio del modelo educativo que han impuesto los negociantes en educación: “Educación por Competencia”.
Ahora, dice el maestro Fernández en su libro la Escuela a Contra corriente, un nuevo modelo educativo nace a partir de la crítica profunda y superadora del actual modelo. Es una construcción, y debe ser social y colectiva, no es una tarea de experto ni del ministro.
Entiende el experimentado educador Maeño, se trata de una tarea de los sujetos escolares y la sociedad. Es por esto que plantea que el currículo del año 1995 que se desconoció y desmontó del 2013 para acá, debe ser recuperado y mejorado.
Y señala en su voluminosa obra La Escuela a Contra corriente “ hay que desmontar la actual monstruosidad funcional al negocio y a la miseria profesional”.
En varias intervenciones públicas el ministro ha hablado de su nuevo modelo “Educación para Vivir Mejor” (en la gestión de Fulcar), pero no se conoce, porque lo hizo el solo.
El nuevo modelo anunciado por Fulcar no empieza, porque no cuestiona, no varía en nada la agonía actual de la escuela actual, convertida en una zona franca, además, en “Comedor-Policlínica”, sin médicos ni medicina.
Apunta Miguel Ángel Fernández en su obra, que él aprendió de su maestro Agustín Navarro Peguero que además de la denuncia debemos hacer el anuncio, o sea anunciar y proponer.
Sostiene el maestro y dirigente sindical, que un nuevo modelo educativo, que sea democrático y productivo, tiene que recuperar el constructivismo individual y social, la flexibilidad curricular, tiene que recuperar la investigación.
También: las ciencias pedagógicas, las humanidades, la multidisciplinariedad, la soberanía de enseñanza (creatividad, ingenio, y empatía docente) la relación aula-contexto –país-mundo-universo.
La investigación educativa nacional y local debe ser la generadora de soluciones de aprendizajes y de calidad educativa; no la compra de paquetes al comercio educativo.
La calidad educativa debe verse en los 13 parámetros que establece la Ley de Educación en sus artículos 58 y 59. La democracia, sostiene Miguel Ángel Fernández en su obra, debe ser un medio para aprender y enseñar; y un fin de formación de ciudadanía.
Por: Ángel B. Almonte