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2 de mayo 2024
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OpiniónRamón SabaRamón Saba

El soneto… desde la A hasta la Z -1 de 3-

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Desde muy corta edad, 13 años más o menos, viviendo en Pimentel, conocí al joven poeta Elpidio Guillén Peña (discípulo avanzado del recién fenecido Premio Nacional de Literatura 2022, Manuel Mora Serrano, quien, considerando que yo tenía aptitudes para la poesía, me inició en el formato más rígido pero desafiante que enmarca a este maravilloso arte de las palabras sublimes. Con el paso del tiempo fui cultivando esta difícil modalidad hasta que el poeta cubano José Ángel Chaviano me bautizara con el apelativo de “El Sonetista Mayor”; es por eso que me entusiasmo a dejar este material que estoy seguro podrá ser de mucha utilidad y consulta para todo el que se interese en ser poeta.

 

UN POCO DE HISTORIA:

 

La palabra soneto viene del vocablo italiano sonetto (en latín sonus) cuya traducción es sonido. Se cree que su nacimiento viene de la mano del poeta Giacomo da Lentini (1197-1250), quien originalmente lo escribía en sólo dos estrofas de ocho versos cada una y con métrica de 6 moras cada uno (hexasílabos). Más adelante fue reestructurado por Dante Alighieri (1265-1321) y Guido Cavalcanti (1259-1300) quienes lo convirtieron en dos cuartetos (cuatro versos cada uno y dos tercetos, 3 versos cada uno); pero más adelante Francisco Petrarca (1304-1374) es quien agrega más elasticidad a los tercetos, manteniendo los versos octosílabos y la rima ABBA ABBA (cuartetos de rima abrazada) y los tercetos CDC DCD (tres más tres).

 

Al habla española lo introduce el poeta Íñigo López de Mendoza, mejor conocido como el Marqués de Santillana, pero cambiando el uso de cuartetos (ABBA, rima del primer verso con el cuarto y el segundo con el tercero) por serventesios (ABAB, rima del primer verso con el tercero y el segundo con el cuarto); pero este no cala entre los notables creadores de este formato poético y son entonces Juan Boscán (1487-1542) y Garcilaso de la Vega (1491-1536), por el siglo XVI, quienes dan la estructura final que se mantiene como estandarte en estos tiempos (ABBA ABBA como cuartetos y la misma libertad en los tercetos), a pesar de que muchos poetas actuales utilizan serventesios en lugar de cuartetos, práctica poco ortodoxa y con menor musicalidad que la que estos introdujeron.

 

El gran mérito sigue correspondiendo a Garcilaso de la Vega, porque fue de todos el primero en crear sonetos de todas las vertientes conocidas en base a diferentes estilos de musicalidad interior, compuestos además con brillante calidad descriptiva. Algún tiempo después, toda España se viste de grandes sonetistas, entre los que se destacaron Luis de Góngora (1561-1627), Lope de Vega (1562-1635), Francisco de Quevedo (1580-1645) y Miguel de Cervantes (1547-1616), entre otros también relevantes.

 

En soneto, al igual que como ha resurgido en estos tiempos, volvió a cobrar fuerzas entre los poetas hispanoamericanos y españoles modernistas como Rubén Darío (1867-1916), Antonio Machado (1875-1939), Nicolás Guillén (1902-1989), Amado Nervo (1870-1919) y además entre los simbolistas franceses, incluyendo los parnasianos, como fueron Charles Pierre Baudelaire (1821-1867) y Paul Verlaine (1844-1896). Poetas contemporáneos que abrazaron al soneto y le introdujeron modificaciones y crearon nuevas vertientes, fueron los casos de Jorge Luis Borges (1899- 1986) y Pablo Neruda (1904-1973).

 

Es importante señalar que la primera dominicana en escribir sonetos fue Sor Leonor de Ovando (1544-1611) y posteriormente fueron apareciendo otros grandes nacionales que trabajaron el soneto con mucha pulcritud, destacándose entre todos tenemos a Fabio Fiallo (1886-1942), Federico Henríquez y Carvajal (1848-1951), Federico Bermúdez (1884-1921), Franklin Mieses Burgos (1907-1976) y Antonio Fernández Spéncer (1922-1995). En estos tiempos, el soneto toma gran relevancia gracias a poetas del calibre del español Cristino Vidal Benavente, a quien se le suman muchísimos otros, incluyendo dominicanos como Luis Carvajal, Camelia Michel, Sol Lora, Jimmy Barranco, Leopoldo Minaya, Nitín Troncoso, César Sánchez Beras, Miguel Contreras, Sandra Fernández, Alex Garman, Olga Lara, René del Risco Bermúdez, José Luis Calderón, Omar Messón, Diógenes Díaz Torres. Juan Freddy Armando, Rafael Valera Benítez, Rosaura Bretón, Radhamés Reyes-Vásquez, Leibi Ng, Ciriaco Landolfi, Arsenio Jiménez, Jael Uribe, Koldo Campos Sagaseta y quien escribe estas líneas, para sólo mencionar algunos.

 

Muchos de los términos mencionados anteriormente (soneto, cuarteto, terceto, rima abrazada consonante o asonante, mora, hexasílabo, etc., serán explicadas más adelante).

 

CARACTERÍSTICAS DEL SONETO:

 

El soneto es una compleja y musical composición poética poliestrófica cuya estructura clásica está compuesta por dos cuartetos y dos tercetos (catorce versos), todos de arte mayor, endecasílabos, su rima es consonante y abrazada en sus cuartetos y acompasada menos rígidamente en los tercetos. Para entender mejor el rigor del soneto es importante primero saber qué son y cómo son sus partes:

 

Es poliestrófico porque posee más de una estrofa, en el caso del clásico son cuatro estrofas: Dos cuartetos y dos tercetos.

 

Cuarteto es una estrofa que consta de cuatro versos de arte mayor cuya rima puede ser asonante o consonante y donde el primer verso rima con el cuarto y el segundo con el tercero: ABBA.

 

Otro tipo de estrofa de cuatro versos que puede utilizarse en el soneto, no en el clásico, es el serventesio, cuya rima es del primer verso con el tercero y el segundo con el cuarto: ABAB.

 

Métrica: Es la relación perfecta que debe existir en los versos en cuanto a la cantidad de sílabas (moras) que tengan. Para considerarse que un poema (en este caso soneto) tiene métrica, todos los versos deben coincidir en cantad de moras.

de Arte Mayor son aquellos cuya métrica excede las ocho moras en cada verso, como es el caso del soneto clásico, la métrica es endecasílaba (once moras); por tanto, los de Arte Menor son los que tienen ocho sílabas o menos, como es el caso de los sonetillos que están compuestos por versos octosílabos (ocho moras).

 

Existen cuatro Licencias o Reglas Métricas para contar sílabas (moras en poesía) que se deben conocer y manejar con precisión, dos de las cuales ya prácticamente están en desuso (Diéresis y Sinéresis), pero existen otras dos que sí se mantienen vigentes:

  1. Sinalefa: Cuando en un verso una palabra termina en vocal y la que le sigue comienza en vocal, se pierde una sílaba (término poético es mora). Por ejemplo, “Que viva el país tiene” seis sílabas gramaticales, pero poéticamente pierde una porque al pronunciarse se escucha “Que vivel país”, por la sinalefa sólo tiene cinco moras. Es importante recordar que la poesía no sólo se escribe, sino que se lee y a veces en voz alta, por lo tanto, se debe tener presente que la conjunción copulativa Y antes de una palabra iniciada en vocal, suena I, por eso, en el verso “¿Y ahora qué?” estamos frente a una sinalefa que acorta esa expresión (ia-o-ra…) Igual pasa con la consonante H cuando realiza una función muda, de ahí que el verso “Ni hondo ni frágil” también tiene sinalefa (nion-do…).

Como hemos comprobado, la sinalefa tiene su base en el sonido, o sea, su razón obedece a la fonética.

  1. Acentuación final del verso: Si la palabra final del verso es aguda, se le suma una mora (“Estás en mi corazón” es poéticamente un octosílabo por su final agudo). Si es grave o llana se queda igual (“Quisqueyanos valientes alcemos” es un decasílabo, porque tiene diez sílabas gramaticales e igual número de moras por terminar en palabra grave). Finalmente, si el final es una palabra esdrújula o sobreesdrújula se pierde una sílaba (el verso “Tienes un corazón mayúsculo” tiene 10 sílabas gramaticales, pero poéticamente baja a nueve por terminar en palabra esdrújula).

 

Se denomina rima abrazada cuando los dos cuartetos riman entre sí, o sea el primero con el cuarto y el quinto y el octavo, mientras que el segundo verso rima con el tercero y el el sexto con el séptimo: ABBA ABBA. Esto es una exigencia en el soneto clásico.

 

Todos los ejemplos serán en mayoría de dominicanos:

 

Ejemplo de rima abrazada:

Fragmento de “Estrella matutina” (Franklin Mieses Burgos)


Gota de luz celeste que destila (A)
desde su propia eternidad cerrada; (B)
espiga de la gracia germinada (B)
en la mano del ángel que vigila. (A)

Sola, serena, y por demás tranquila (A)
derrumba su existir con la alborada (B)
¡Saeta de la noche vulnerada! (B)
¡Redonda voz de una lejana esquila! (A)

La secuencia de la rima de los tercetos es menos rígida, por eso se considera simplemente acompasada, ya que su rima puede ser acomodada a tríos o pares de versos, en un orden preferido por cada autor: CDE CDE (tres pares, la más usual); CDC DCD (dos tríos) y el caso más reciente CDC CDC (cuatro y dos).

 

Ejemplo:

Fragmento de “Desde Cero” (Olga Lara)

 

Empezar desde cero…un desafío (C)

que vislumbra un suspiro de esperanza (D)

que te aleja del tedio y el hastío. (C)  

 

Abrazarte a los rayos del estío, (C)

a promesas que emergen de su danza, (D)

a sus lunas bañadas de rocío. (C)

 

Por Ramón Saba

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