EL NUEVO DIARIO, SANTIAGO. – Como un acto de desesperación calificó el candidato a senador por la Fuerza del Pueblo, Demóstenes Martínez, de parte del presidente y precandidato Luis Abinader, utilizar el buen nombre y prestigio del profesor Juan Bosch en contra de sus descendientes.
“Indiscutiblemente, que ante el gran impacto de la alianza opositora Rescate RD, es un acto de desesperación, que el presidente Abinader utilice el prestigio acumulado del maestro Juan Bosch, en contra de sus descendientes”, puntualizó.
El profesor Juan Bosch estableció, como aporte sociológico perenne en la sociedad dominicana, la división social entre “Tutumpotes e hijos de machepa”, quien hoy nos gobierne, es un “Tutumpote” y gobierna para sus iguales, olvidándose por completo de los “Hijos de Machepa”.
Explicó que el gobierno que dirige el presidente Luis Abinader, está claro que representa de forma exclusiva los intereses de los que Juan Bosch siempre enfrentó, los «Tutumpotes».
El dirigente político afirmó que por eso no ha sido de agrado para la sociedad dominicana que quien gobierna a espalda de los pobres, haga uso del buen nombre de Juan Bosch para intentar ganar adicciones electorales.
Martínez entiende, que ciertamente, como referente moral, don Juan, jamás estaría de acuerdo con la falta de honestidad exhibida por el gobierno en los contratos de fideicomisos públicos.
Como maestro de generaciones, don Juan, reprocharía el desorden qué hay en la educación dominicana y se alarmaría frente al deterioro de los servicios públicos.
Tal como ha dicho el ex presidente Leonel Fernández, sería bueno que el gobierno de Luis Abinader, re-encauce su política económica a favor de los pobres y toda la sociedad, como lo habría hecho el doctor José Francisco Peña Gómez.
Al concluir sus declaraciones dijo que ni Juan Bosch ni Peña Gómez, estarían de acuerdo con la falta de inversión pública de este gobierno, que es la más baja del país en los últimos 70 años.
El legado político, sociológico, ético y moral del profesor Juan Bosch es un paradigma y activo de la sociedad dominicana, es un despropósito utilizarlo en peroratas proselitistas.
