El pasado dia 25 de julio de 2017, la primera página del periódico EL DIA, trae la noticia de que los haitianos que acuden a la Embajada de Haití en nuestro amado país, dicen sentirse frustrados porque su Gobierno no les ha dotado de los documentos para regularizarse, hasta el punto de que algunos llevan dos años esperando su Pasaporte.
Para que un hecho de esa naturaleza tenga éxito, como lo está teniendo, es decir, no dotar de documentos de identificación a los nacionales haitianos, a mi juicio, esa fatal decisión no puede proceder del Gobierno haitiano, sino de sectores poderosos externos e internos, que les instruyen a que no se provean de documentos, ni en Haití ni en República Dominicana, porque según los poderosos es inevitable que les tengan que dar la nacionalidad dominicana, con solo decir, que aquí han nacido.
El proceso de Regularización, es nati-muerto.
Podemos observar el resultado del mandato, no así la orden del mandante, que esta soterrada, oculta, callada, pero que sus efectos están a la vista.
Lo mismo pasa con el nuevo Ejército haitiano. Haití carece de fondos para armar un Ejército, que de por si es costosísimo, por lo que el poderoso mandante, que no lo ordena a las claras, pero si a las oscuras, les arma.
¿Uds. imaginan la compra por parte de Haití, de 15,000 fusiles, y 15,000 pistolas, más todas las municiones de entrenamiento y las de reserva para la guerra, que hay que comprar?. ¿Y el alojamiento de esas tropas? ¿Su transportación terrestre? Aviones? Barcos? Misiles? Drones? La comida de las tropas tres veces al dia?. Uniformes, dos o tres, variados? ¿Sistema de comunicaciones, interno y externo?.
Con la frontera abierta y la retirada de la MINUSTAH, un nuevo ejército haitiano armado por los poderosos, que reivindica la soberanía de la isla, es evidente que tendremos melao. ¿O no es así?
Dominicanos, no nos perdamos en lo claro. Existe un poder que ordena, que no vemos ni escuchamos pero que cuyos resultados son obvios. Son cosas que se ven y otras que no se ven.
Muchos solo esperan que a los acusados de desfalcar al Estado les quiten las Visas poderosas o que se les emitan ordenes de extradición, que son cosas que no se ven o cosas que si se ven, pero que son esperadas, todo porque no tenemos ni jueces ni cárceles para aplicarles la justicia como debe ser.
Una situación que se deja ver es la firma por las actuales autoridades nacionales, de haber firmado en enero del 2015, un convenio insólito para instalar en nuestro sagrado territorio una base militar que eventualmente sustituya la de Guantánamo, en Cuba, ¿Por qué tanto servilismo? ¿Por qué tenemos que depender tanto de los poderosos?
De esto, lo que no se ve a las claras, es que esa entrega a los poderosos tiene su fin de tomar dinero prestado, que ellos tienen mucho y lo gustosamente lo prestan, con tal de que se siga la regla del oro. El que tiene el oro pone la regla.
La mitad del Presupuesto Nacional es sufragada con préstamos internacionales, al punto de que se estima que debemos cerca de US$35 mil millones y se espera o se piensa, según destacados economistas que en el 2020, deberemos unos US$45,000 millones de dólares.
Somos una nación libre y soberana herencia digna de Duarte, Sánchez y Mella y nuestros problemas deben ser solucionados entre nosotros mismos y tenemos que darnos a respetar y no aceptar directrices de los poderosos, pues tenemos a nuestros pies una América Latina solidaria con quien compartir nuestras bondades y riquezas, además de la ayuda mutua. Ojo avizor ante lo que se ve y ante lo que no se ve.
Hoy es un momento de unidad nacionalista para que no fracasemos como nación.
¡Dominicanos, hoy se necesita sangre tipo Duarte!
