MI PALESTRA.
Hemos tenido que participar en las redes no por gusto sino por necesidad.
Todos los días debemos ir a los hijos y nietos en busca de aprender o solucionar un problema en el manejo de los celulares y de las redes.
Confieso que no me ha sido fácil, pero incluso he tenido que aprender a leer y buscar en un Kindle regalo de una querida amiga para lograr estar al día en el único vicio que tengo que es leer.
Pero siento pena por un país y una sociedad que vive alimentada de mentiras , de sensacionalismo y perversidad política opositora interesada e irrespetuosa.
Mientras el presidente acude a Punta Catalina en busca de soluciones para un problema que no escapa a los que pueden pasarle a cualquiera gobierno y obra humana algo nunca antes visto en presidente alguno se calla esa verdad y se pretende restarle méritos.
Y horas después nos convoca a Palacio el ministro de cultura para junto al ejecutivo nacional darnos certeza de que la patria está en buenas manos, que se ha hecho y se hace que lo único que se derrumbo fue la oposición que no entiende que su carnaval pasó y que las redes sociales no pueden matar la realidad del éxito del presidente Luis Abinader.
Por Germán Martínez
