MI PALESTRA
Desde el inicio de su búsqueda de la presidencia de la República Luis Abinader dejó muy claro que la corrupción tendría en su persona un verdugo.
Que la justicia sería independiente y que pondría candados para evitar la reelección presidencial más allá de dos períodos y que nunca más pudiera ser candidato a nada.
Además dejo claro que tiene amigos pero no cómplices, que no habría comité político ni hermanos ni cuñados ni sobrinos, que todo el peso de la ley caería sobre quien o quienes osaran usar cargos para hacerse de dinero sin importar quién o quienes.
El presidente lo ha reiterado ahora que un acto de corrupción se ha descubierto y un aliado político y amigo está sindicado como autor de esa felonia, está preso y en manos de la justicia junto a sus cómplices.
El presidente no ha preguntado dónde está la corrupción, pero tampoco ha ordenada que se dejen las cosas así, todo lo contrario ha sido enérgico y ha demostrado valor y coherencia.
Muchos celebran porque creen que esto puede afectar la suerte del gobierno y del presidente Abinader, pero siguen equivocados, alejados de la realidad y del pueblo, el presidente ha dado una histórica demostración de ser no solamente un demócrata sino un hombre de palabra y de respeto por sus ideas y por lo que es propiedad del pueblo dominicano y nadie tiene derecho de robárselo.
Por Germán Martínez