El profesor Eduardo Hidalgo, un triunfador gracias al sentido común, de liderazgo comprobado y con una lucha constante y persistente en beneficio de los demás.
El escritor Arturo Graf sostenía “que para hacer política justa y sana no basta conocer los hombres; es necesario también amarlos”, ¡cuánta razón demuestran estas palabras! La política es una profesión hermosa, digna, una ciencia para ser aplicada por hombres y mujeres honestos, de carne y hueso, con el deseo de ayudar y dignificar la vida del prójimo, es para seres humanos buenos de mente y corazón, dedicados, esmerados y que siempre hagan su trabajo pensando en el bien colectivo.
Vivimos tiempos difíciles, de mentiras e hipocresía, muchos seres humanos han perdido el amor por los demás. Por tal razón lograr tener la oportunidad de conocer a un educador y político con principios éticos, familiares, morales y sociales, es lo que en la vida denominamos bendición. Eduardo Hidalgo es y ha sido durante su trayectoria profesional y política un hombre honesto, trabajador, precursor de lo más noble e importante de las sociedades en el mundo: “la educación”.
Su lucha por la inclusión social, por mayores oportunidades para la juventud, una educación de calidad, enfocado en las familias dominicanas, una vida digna para los envejecientes, mejores condiciones de vida para los maestros, entre otros proyectos de ley; lo convierten no solo en una carta de triunfo en la circunscripción 3 de la Provincia Santo Domingo, sino que envía un mensaje claro a toda la sociedad de que es posible tener un ejercicio político ejemplarizador, comprometido y cercano a la gente.
Su trabajo lo coloca como el más vivo ejemplo de la importancia de hacer política pensando en el bienestar colectivo. “¡Vamos por lo mejor!” no ha sido una frase de campaña. “No”. Hoy miles de jóvenes pueden contar con una carrera universitaria gracias al programa de gestión de becas para jóvenes más extenso implementado por su proyecto político a lo largo de sus tres períodos de gestión congresual, logrando así impactar sus vidas y la de sus familiares de una manera sin precedente.
No tenemos ninguna duda de que el próximo 19 de mayo Eduardo Hidalgo será nuevamente diputado. El país lo merece, la sociedad lo necesita, él representa la dignidad, decencia y la responsabilidad que emana de los grandes hombres que ha dado nuestro país, su legado honra y corteja a la honorable Cámara de Diputados.
Hidalgo ha permitido no solo que se respete y dignifique el trabajo docente, sino que su paso por la Asociación Dominicana de Profesores ha logrado que más de 100 mil educadores del sistema educativo dominicano hoy cambiaran sus vidas, gracias a la tenacidad, arribo y valentía de su lucha por la dignificación laboral, social y económica de los maestros y maestras del sector público.
Yo voto por Hidalgo, por su labor solidaria, humana y sincera con la que ejerce esta importante profesión “la política”. Recordemos a Otto von Bismark cuando expresaba que “la política no es una ciencia exacta, sino un arte”.
Hidalgo va por su cuarta postulación al Congreso Nacional, específicamente la Cámara de Diputados. Él, sin dar lugar a dudas, ha hecho del ejercicio de la política una profesión honrada, íntegra, decente, leal y con principios jamás vistos en un político de estos tiempos.
Munícipes de la provincia Santo Domingo, específicamente de la circunscripción 3, el domingo 19 votemos con amor, entusiasmo y alegría. Elijamos lo mejor, hagamos que este ejercicio democrático que valga la pena para ustedes, por sus hijos y familiares. Votemos por un hombre que encarna el más vivo ejemplo de lo que podemos llamar: “el arte de hacer política por el bien común, siempre con la gente”.
¡Yo voto por el profesor Eduardo Hidalgo!