EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Tras el paso del huracán Fiona y las distintas advertencias sobre las medidas de seguridad que se deben mantener, el Gran Santo Domingo retornó tímidamente a la normalidad este martes.
El Nuevo Diario hizo un recorrido por las principales calles y zonas comerciales para conocer el sentir de la gente, las recomendaciones que tomaron y ver el flujo de personas.
Tal como era de esperarse, los negocios de la avenida Duarte abrieron sus puertas al público, aunque la mayoría de los comercios ambulantes no se dieron cita a sus puestos de venta.

En ese sentido, el motoconchista Erickson Heredia y el chofer de transporte público Sabino de la Cruz, aseguraron por separado que el flujo de pasajeros estaba muy flojo y esperaban que conforme pase la lluvia la gente saliera a las calles.
De su lado, Juan Hernández, vendedor ambulante de la calle El Conde, de la Zona Colonial, dijo que pese a que ayer no pudo salir a las calles por disposiciones gubernamentales, este martes salió a trabajar para ver si conseguía ventas.
En el caso de la señora Karina Reinoso, dueña de un negocio en la misma zona, reportó que tras las lluvias se cayó el techo de su local y tuvo que recoger toda la mercancía. También aseguró que se sintió desinformada, porque pensaba que ‘’era más simple’’ el huracán, pero fue que ‘’catastrófico’’.
‘’La pasé tranquilo, uno necesitaba un descanso y me quedé acostado tranquilo (..), la luz fue que me afectó porque se fue y los celulares se descargaron’’, dijo Alexander ‘’El Ruso’’, barbero en la calle El Conde.
Este último, junto a otras personas consultadas, dijo que se la pasó tranquilo en su casa acatando el llamado de las entidades de emergencias para resguardarse de los efectos del huracán Fiona.
Durante el recorrido realizado por reporteros de este periódico, también se observó el oleaje en el Malecón de Santo Domingo, donde se sentían fuertes vientos y escombros de árboles caídos.

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