EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El director general de Prisiones, coronel Roberto Hernández Basilio, aseguró que en el tiempo que tiene la gestión han avanzado en la reducción de la corrupción dentro de los recintos del sistema penitenciario tradicional, refiriéndose específicamente al pago de peajes que efectúan los privados de libertad para poder ir a recibir un servicio médico, e incluso, ir a justicia.
“Qué hacemos, martes y jueves el personal médico de turno tiene que, a parte de estar en el consultorio médico, entrar a las diferentes áreas e identificar quién necesita los servicios médicos, y tenemos gestiones avanzadas con el Sistema Nacional de Salud para que podamos tener médicos en la cantidad que se necesita”, expresó.
Hernández Basilio emitió estas declaraciones durante una entrevista realizada en el programa Manuel y Hermes Magazine, conducido por los comunicadores Manuel Meccariello y Hermes Meccariello, y transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
(Ver esta entrevista a partir del minuto 09:19).
En tal sentido, indicó que el sistema penitenciario necesita médicos en atención primaria y especializados, fundamentalmente en el área de la psiquiatría y la psicología, para poder brindar atención a los privados de libertad.
Doctora secuestrada
Al hablar sobre el caso de la doctora que fue tomada de rehén por un recluso en Dajabón, Hernández Basilio manifestó que «gracias a Dios y a la aplicación de los protocolos se pudo solventar la situación», al tiempo que indicó que el emprisionamiento puede generar un cambio en la actitud de cualquier persona, y la salud mental verse afecta.
“El privado de libertad, en base al trabajo que se realizó en ese momento, fue convencido a deponer su actitud y posteriormente se realiza el tratamiento, hay otros aspectos que pudieran observarse, si hay una condición de psicopatía y de más, que puede haber dentro y fuera de las prisiones”, agregó.
Visitas conyugales
El director de Prisiones precisó que ya se están permitiendo las visitas en los centros de privación de libertad y pueden ir tanto adultos como adolescentes que estén vacunados, al tiempo en que mencionó que están caminando hacia las visitas conyugales.
Manifestó que entienden el derecho que tienen los privados de libertad a la convivencia y a la relación con sus parejas, no obstante, dijo que deben seguir caminando como les permita la pandemia de la COVI-19.
“Entendemos que ese derecho de los privados de libertad, a la convivencia y a la relación con sus parejas constituye también un componente del tratamiento, nosotros, el equipo penitenciario, queremos lo mismo que ellos, ahora tenemos que ir caminando como nos permita la pandemia, estamos en ese proceso, no muy lejos de que se dé”, agregó.
Armas en las cárceles
Tras ser preguntado cómo llegan a los privados de libertad celulares y armas blancas, el funcionario indicó que «ese es un problema que ocurre en distintas partes del mundo y la entrada de los ilícitos tiene que ver mucho con el control del personal, el tipo de sistema penitenciario y el uso de la tecnología».
“De eso es que vive diariamente la gestión de un director de prisiones, de controlar la entrada de los ilícitos con el personal que está ahí, realizar los diferentes cambios y en base a eso trabajar con el control de las requisas para que eso que entra pueda volver a salir”, manifestó.
Crimen organizado
Ante la pregunta de si realmente existe el crimen organizado dentro de las cárceles, Hernández Basilio citó al activista sudafricano Nelson Mandela para decir que todo lo que tiene una sociedad abierta lo tiene una cárcel, por lo que en los centros de privación de libertad habrán reflejos de las organizaciones criminales.
«Nosotros no podemos esconder la cabeza viendo que eso es un tema también a trabajar, y por eso la gestión de la inteligencia penitenciaria es para poder ir reduciendo los ilícitos que se cometen en las cárceles, ya sea crimen organizado, delitos cibernéticos y demás”, manifestó.
Diferencias entre sistemas
Al hablar de la diferencia entre el nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria y el viejo sistema, Hernández Basilio explicó que la principal similitud está en que el último tiene casos de hacinamiento, como por ejemplo la Penitenciaría Nacional la Victoria que tiene cerca de un 800 % por encima de su capacidad.
“La diferencia básica diríamos que es el hacinamiento, en el nuevo modelo no existe hacinamiento, cada persona tiene una cama, en el sistema tradicional, que es el que tenemos que ir revirtiendo, hay personas sin cama en siglo XXI para cumplir una pena impuesta por una autoridad jurisdiccional”,
Señaló que otra diferencia consiste en la aplicación de un conjunto de protocolos y procedimientos, para poder trabajar con lo que es un esquema del tratamiento progresivo, en el que se realiza un proceso de observación, tratamiento y prueba a los privados de libertad, con el fin de que haya menos reincidencia.
