No se requiere de ninguna otra discusión para convencernos de que la educación es la pieza clave para el desarrollo económico y social. Y siendo así, es lógico que la misma esté destinada fundamentalmente a preparar a las personas para encarar de la mejor manera su vida cotidiana.
La calidad de nuestro sistema educativo está requerida de cambios profundos en su contenido, como en su estrategia para aprovechar las nuevas oportunidades que se abren en un mundo cada vez más abierto en que nos ha tocado vivir.
Es necesario formar bachilleres en artes y en deportes. Eso indica que al concluir ese nivel de estudios han de ser ejecutores reales en música u otras artes, y en los deportes potenciales atletas.