República Dominicana debería tener una unidad de pensadores. Un grupo de especialistas que procuren identificar actividades y posibilidades de negocios e invención.
Incluso, para ir desactivando las actitudes pesimistas que se anidan en algunos sectores de la vida nacional. Y en sentido general para que el colectivo asuma una estima más elevada de su propia existencia.
Este pequeño país tiene enormes potencialidades para dar un salto muy significativo.
Veamos la pandemia como algo que ha venido para cambiar las cosas favorablemente si sabemos aprender de ella.
Esa unidad de pensadores puede promover diálogos con sectores productivos y analizar experiencias. Y coordinar la implementación de proyectos.