El paro de actividades convocado en las 14 provincias de la región Norte del país por el denominado Colectivo de Organizaciones Sociales y Populares del Cibao no tiene ningún sentido ni justificación por lo que ha sido un total fracaso. Tanto en el Cibao como en las regiones Este y Sur el Gobierno invierte miles de millones de pesos en obras.
El gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader está inmerso en la solución de los principales problemas que afectan a la población no desde ahora sino desde hace décadas. La mayoría de las demandas de los convocantes al paro son los mismos reclamos que esos movimientos han hecho siempre.
Hay que reconocer el derecho que tiene el pueblo a la protesta, ya que vivimos en democracia, pero hay que evitar alterar el orden, el libre tránsito y la paz pública de la ciudadanía. Las huelgas siempre dejan perdidas en la economía, daños a las propiedades públicas y privadas y en algunas ocasiones muerte de personas.
Al parecer a los organizadores del fracasado paro se les olvidó, o es que viven en otro planeta, que el presidente Abinader asumió el poder el 16 de agosto de 2020 y encontró un país prácticamente devastado en medio de la pandemia del Covid-19 y luego afectado por la guerra entre Rusia y Ucrania, conflicto bélico que lleva más de un año.
Los convocantes del paro llueven sobre mojado con sus demandas, y vamos a poner algunos ejemplos: Rebaja de los precios de los alimentos y los combustibles, la medicina y la construcción de obras de infraestructura como son escuelas, carreteras, caminos vecinales, puentes y otras.
De igual manera, alegan que la puesta en vigor del Tratado DR-CAFTA sacará del mercado a sectores productivos estratégicos, cosa que no es cierto porque el presidente Abinader ha tomado las medidas para proteger la producción nacional, pero lo más lamentable es que los convocantes del paro exijan al gobierno la eliminación de las AFP y ARS y devolución del 30 % de los fondos de pensiones, como que ellos saben que para eso habría que modificar la Ley 87-01, que creó el Sistema Dominicano de la Seguridad Social.
Como todos sabemos, si no queremos pasar como estúpidos, los precios de muchos artículos se han disparado por la escasez de materia prima importada luego que se desató la guerra entre Rusia y Ucrania. El problema de los precios altos en artículos comestibles y los combustibles no solo se produce en la República Dominicana, sino que está afectando a todos los países del mundo, incluyendo los Estados Unidos.
Desde hace años en el país los paros y protestas prácticamente han perdido el sentido y la credibilidad porque sus convocantes les han dado un matiz político y no social. Reconocemos que algunos de los reclamos de la población son justos, pero no es el momento oportuno para hacer huelgas porque el país lo que quiere desarrollo, trabajo, paz y tranquilidad.
De acuerdo a algunos datos, en la región del Cibao el Gobierno realiza en estos momentos inversiones que ascienden a más de RD$849, 472, 594 millones, y ponemos como ejemplo que en la provincia Espaillat las ejecutorias han logrado impactar a una población de 97 mil 144 personas en los municipios Moca, Cayetano Germosén, Jamao al Norte y Gaspar Hernández.
Pero también las inversiones millonarias del Gobierno en obras sociales han impactados las provincias, Santiago, Puerto Plata, La Vega, Monseñor Nouel, Sánchez Ramírez, Montecristi, Santiago Rodríguez, Dajabón, Duarte y María Trinidad Sánchez, entre otras, por lo que no se justifica una huelga en demanda de obras.
Creemos que el llamado a paro en las provincias del Cibao fue para conmemorar el 58 aniversario de la Revolución de Abril de 1965, no porque iba a tener éxito en un pueblo que solo quiere desarrollo económico y social, estabilidad, empleos, seguridad, paz y tranquilidad. Y en eso es que está trabajando el presidente Abinader.
POR ABRAHAN MONTERO
*El autor es periodista.
