¡Cuidemos nuestro medio ambiente! Tenemos un país que compartimos en una isla con otro. Cada golpe que le infligimos al entorno es un infortunio a nuestra propia existencia. En nuestro país el envenenamiento del hábitat es frecuente, y mucha gente a diario, por ignorancia o desconocimiento, maltrata el ambiente, diseminando materiales tóxicos por doquier, con el consabido daño que eso ocasiona a la salud de la población.
Como ejemplo está la expulsión de humo nocivo de vehículos en todo el perímetro urbano, principalmente de camiones, autobuses, vehículos diésel, etc., lo que debe ser una de las razones por la cual hay miles de personas nuestro país que padecen de enfermedades respiratorias y cáncer de pulmón.
El crimen a la vida misma es sentido a diario cuando desaprensivos aniquilan los principales ríos y afluentes, destruidos en muchos casos por empresas irresponsables que no les importa la maldad asestada al país, y en otros por individuos indolentes que no avizoran a darse cuenta del crimen de lesa humanidad que cometen.
¡Vamos rumbo a ser una nación deforestada y con la flora y la fauna devastada! Miles de especies endémicas desaparecen sin que parezca importarnos.
Ya es tiempo de que detengamos este jarakiri ambiental que nos llevará a la desaparición. Debemos establecer una cruzada por la supervivencia y contener de una vez y por todas, este genocidio general.
Si a la destrucción consciente de nuestro medio ambiente le agregamos los fenómenos naturales que nos sacuden, como el del Niño y la Niña, entonces debemos llegar a la conclusión de que nuestro futuro es sombrío.
Pero el colmo de la ignorancia del devenir gris que nos espera es el deseo de una comunidad que quiere que le construyan una escuela a la orilla de un rio, sin que le cause preocupación el exterminio de ese Don de la naturaleza, como lo es el rio Ozama. ¡Virgen, la ignorancia es suicida!
Llama a reflexión, y debe llenarnos de pavor y preocupación el reportaje aparecido en el prestigioso digital de la BBC en español bajo la firma del periodista David Brooks, titulado “Los países de América Latina donde todavía se vende pintura con plomo tóxica”, en donde se hace un esbozo sobre el peligro para la salud humana de la pintura que tiene entre sus componentes el letal mineral.
El brillante reportaje sobre la peligrosa inhalación por parte del cuerpo humano del macabro metal menciona entre los países sin ningún tipo de legislación al respecto a la República Dominicana, sin que las personas en el Congreso Nacional ni siquiera se den por aludidos.
El Poder Legislativo no ha respondido al reportaje de la BBC. Da la sensación de que los intereses privados y personales pesan más que la salud de la gente, y a pesar del gran daño que provoca el funesto elemento químico en la pintura, la gente del Congreso guarda un silencio perverso, dando la sensación de que están “armado, bebido y con cuarto”.
La gravedad del asunto obliga a que la ciudadanía le pase por encima a quien se oponga a que preservemos nuestra naturaleza. No podemos esperar a que nos exhiban al país en capilla ardiente y se esté haciendo tarde ante la catástrofe que nos acecha.
Por Elvis Valoy




