Ha surgido la idea de generar un nuevo encierro por la creciente escalada de contagio en la República Dominicana. Es algo que se piensa y sólo se asume que se trataría de únicamente de dejar de salir de las casas y es posible de que muchos dejen de ir a sus trabajos.
Por lo regular, las recaídas resultan complicadas. Y en el caso del COVID-19 el país tendría una realidad que no tenía cuando lo hicimos por primera vez. Ahora tenemos evidentemente más contagios en los barrios populares y eso hace mucho más complejo y delicado el problema.
Eso significa que en muchas casas en condiciones deplorables podríamos tener a más de una persona afectada e incluso familias enteras. Y también ello supone un congestionamiento hospitalario, que son los centros donde pueden acudir esas familias.
Quizás valga la pena conversar este tema, incluso entre el actual gobierno y el entrante el 16 de agosto próximo. Y hacer ahora lo que tengamos que hacer y que sea lo correcto.