El origen de los consulados, según especialistas en la materia, data de la época de las guerras religiosas impulsadas por la Iglesia Católica en plena Edad Media, ubicando su nacimiento y desarrollo en Oriente.
Igualmente señalan que griegos y atenienses, antes de Las Cruzadas, ya conocían la proxenía u hospitalidad pública, por lo que se interpreta que sus proxénes eran lo que hoy en día equivalen a nuestros cónsules.
Si bien es cierto que el término consulado tuvo su origen histórico en la proxenía, no menos lo es el hecho de que en realidad es un concepto que pertenece al derecho comercial y marítimo internacional.
Es precisamente el desarrollo de las actividades comerciales lo que motivó la organización de nuestro servicio consular, la cual se inició con la ley número 486 del 29 de mayo de 1857, unos 17 años antes de que se creara la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores (24 de marzo de 1874).
Se dice que durante las tres primeras décadas posteriores a la independencia de Haití, no existió una política exterior dominicana activa debido a que las acciones políticas estaban enfocadas en la organización de la República.
Las relaciones diplomáticas entre nuestro país y los Estados Unidos de América se iniciaron el 26 de marzo de 1884, pero fue diez años después que se produjeron las primeras designaciones para representar a los dominicanos en suelo norteamericano.
Hace más de 20 años que el gobierno dominicano manifestó su interés de establecer un consulado general en New Jersey, pues es el Estado, después de Nueva York, donde reside mayor cantidad de quisqueyanos (343,725).
El giro positivo que el presidente Luis Abinader le dio a la política exterior dominicana influyó para que definitivamente el Departamento de Estado de los EE.UU. aprobara la instalación de nuevos consulados generales de República Dominicana en Orlando (Florida), Filadelfia (Pensilvania), Houston (Texas) y Paterson (New Jersey).
En lo que concierne al consulado de Paterson hay que destacar algunos datos con ribetes históricos. Pese a que había una extensa lista de aspirantes, el presidente Abinader acogió una solicitud de la Seccional de New Jersey del Partido Revolucionario Moderno (PRM), y nombró al sub-secretario general de la misma, el ingeniero Ángel Aníbal Pichardo Acosta.
Esa designación de Pichardo Acosta también es un reconocimiento a su activa participación partidaria que data de 1973 cuando ingresó al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), inscribiéndose en la Zona P que funcionaba en el populoso sector de Capotillo. de la capital.,
Hay toda una historia que vincula a Pichardo Acosta con Paterson, pues allí tiene viviendo los últimos 35 años. Tanto la actual senadora estatal Nelly Pou, el sheriff Richard Berdnik y el alcalde André Sayegh le conocen desde hace más de dos décadas.
Le ha tocado transformar una oficina de extensión consular en un consulado general que, a los 40 días de haber iniciado su labor, logró imprimir la primera libreta de pasaporte, gracias a los modernos equipos que fueron conectados al sistema de la Dirección General de Pasaporte (DGA).
Precisamente, el licenciado Eduardl Figueroa, Director de Emisión y Renovación de Pasaportes, inspeccionó el trabajo que realiza el consulado general de RD en New Jersey e hizo una valoración en el sentido de que el mismo se vizualiza en el futuro como uno de los principales del mundo debido a su estructura y organización.
El icónico presidente de la seccional del PRM en New Jersey, Lucilo Santos, públicamente ha reconocido que Pichardo ha demostrado tener conocimiento de lo que está haciendo, con un valor agregado de responsabilidad y destreza.
En el ciclo de visitas que ha iniciado por todo el Estado de New Jersey, Pichardo hace hincapié en que pronto desplegará esfuerzos para cumplir con la encomienda recibida del presidente Abinader de establecer relaciones constructivas que sumen y hagan avanzar los intereses del Estado Quisqueyano.
Recientemente el gobernador del Estado Jardín, Phil Murphy prometió poner en su agenda un encuentro con el histórico cónsul general dominicano. Es una historia que apenas comienza…
Por Miguel Liberato