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17 de mayo 2024
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Un absurdo e injusto proyecto de ley

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La razón fundamental para que nos opongamos al proyecto de ley que cursa en la Cámara de Diputados con el objeto de establecer un gravamen del 6 por ciento a las importaciones en beneficio de la Corporación Dominicana de Electricidad, no es el daño que haría a las empresas periodísticas, sino porque es injusto, tremendamente injusto y altamente inflacionario.

Es cierto que gravar con un 6 por ciento las importaciones dejarían mal parada a toda la industria editorial -libros, periódicos, revistas-amenazando la existencia de los más débiles, lo que repercutiría directamente en la reducción del pluralismo comunicativo.

En un país con bajísimo índice de lectura, ese impuesto sería gravemente desincentivador y eliminaría una política de protección a la comunicación escrita sustentada hace muchos años por el Estado Dominicano.

Pero hay razones más fundamentales para que el indicado proyecto sea desestimado. En primer lugar, porque crearía un nuevo impuesto indirecto, contrariando las políticas impositivas esbozadas en los últimos tiempos que abogan por gravámenes directos, básicamente el ingreso y al patrimonio.

Un aumento del 6 por ciento a las importaciones en general -el proyecto sólo exceptúa el petróleo y los bienes de las industrias clasificadas con mayores incentivos- que sería elevado por lo menos al 10 por ciento por la acción de los intermediarios, se traduciría en una nueva ola inflacionaria.

Lo injusto radica en que no hay razón para que los campesinos, los pobladores de la marginalidad urbana, los obreros y desempleados, que -aunque en baja proporción- compran medicinas, alimentos infantiles y una gran variedad de productos importados, tengan que financiar a los consumidores de energía eléctrica.

La energía eléctrica deben pagarla por completo los que la consumen, especialmente los que tienen mayor demanda, que son precisamente los dominicanos que disfrutan de mayores ingresos.

El impuesto especial es rechazable también porque contradice una política instaurada por el presente régimen, que eliminó las especializaciones de gravámenes aún más los magros ingresos de los sectores mayoritarios. Creemos que hay suficientes estudios demostrativos de que en proporción al producto nacional la tasa impositiva dominica (entre 10 y 11 por ciento) es menor que en la generalidad de los países latinoamericanos

Pero también se ha demostrado hasta saciedad que el sistema impositivo dominio obsoleto, ineficaz y de fácil evasión, haba se elaborado un proyecto de reforma, ha mantenido engavetado por las instancias superiores del poder.

Si por encima de todas las recomendar hay que crear un nuevo impuesto especial. la CDE, bien podrían los legisladores res aquel que gravaba la propiedad inmobiliaria o el que gravaría las placas de vehículos de acuerdo a su precio y consumo. O elaborar un nuevo para gravar la gran propiedad, por ejemplo.

Confiamos en que el proyecto de mara pasará de una amenaza y que no incuria en el absurdo y la injusticia de gravar todas las importaciones para subsidiar a los que consumen más energía eléctrica, incluyendo a le presas y todo género de instituciones.

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