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19 de diciembre 2025
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OpiniónJavier DotelJavier Dotel

Tres días y tres noches

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La mayoría de nosotros, hemos asumido que Jesús murió un viernes santo y resucito de entre los muertos, al amanecer del Domingo de Pascua. Como Jesús dijo que resucitaría al tercer día, algunos cuentan parte del viernes como un día, sábado como el segundo y parte del domingo, como el tercero. Pero cuando escudriñamos las Escrituras, hallamos que Cristo hablo del periodo de tiempo entre su muerte y su resurrección, como tres días y tres noches. ¡Del viernes por la tarde hasta el domingo por la mañana, no hay tres días y tres noches! ¿Cuál es entonces la explicación correcta?

Cuando los fariseos se acercaron a Jesús, y le pidieron una señal de que Él, era el verdadero Mesías, Él les dijo que no le daría mas señal que la del profeta Jonás. “Porque como Jonás estuvo en el vientre del gran pez, tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra, tres días y tres noches” (Mateo 12:38-40 y Jonás 1:17).

En otros versículos de la biblia Jesús dijo que resucitaría al tercer día (Mateo 16:21; Marcos 10:34; Lucas 24:7). No hay contradicción alguna, como algunos han supuesto, entre esta expresión y la de “tres días y tres noches”; ambas expresiones se usan en las Escrituras.

Al analizar Génesis, por ejemplo, leemos que “Y apartó Dios la luz de las tinieblas y llamó Dios a la luz día y a las tinieblas llamo noche; y fue la tarde (tinieblas) y la mañana (luz) un día…y fue la tarde y la mañana el día segundo…y la tarde y la mañana (tres periodos de tinieblas y tres periodos de luz) el día tercero (Genesis 1:4-13). Aquí podemos ver un ejemplo que el tercer día, indica “tres días y tres noches”, o sea 72 horas completas.

Debido a que hay 12 horas de día y 12 horas de noche (Juan 11:9-10), “Tres días y tres noches serían 72 horas como el tiempo requerido entre la muerte y resurrección de nuestro Señor. ¿Pero fueron realmente 72 horas?

De acuerdo con las Escrituras Jesús debía estar en la tumba 72 horas no menos ni tampoco más. Jesús dijo: “Destruid este templo y en tres días lo levantar”, Él hablaba del templo de su cuerpo. Dios es un Dios de exactitud, hace todo a la hora precisa; no hay nada de accidental en lo que Él hace. Fue “venido el cumplimiento del tiempo”, y fue justamente a tiempo que dios envió a su hijo (Gálatas 4:4). La hora de su unigénito fue preordenada y de ella nos hablo Daniel. De igual manera fue exacto el tiempo cuando Jesús fue entregado por los pecados del pueblo; aquellos que trataron de matarlo antes, fallaron porque su hora no había llegado. No solamente el día y el año de su muerte fueron preparados de antemano, ¡Sino que hasta la hora era parte del plan divino!, Jesús clamo “Padre la hora ha llegado” (Juan 17:1).

¿Ya que había una hora exacta para el nacimiento de Cristo, una hora exacta para su ungimiento, una hora exacta para el comienzo de su ministerio, una hora exacta para su muerte, no es lógico pensar que había también una hora exacta para su resurrección?  Exactamente 72 horas. Teniendo esto en cuenta, podemos comprender a qué hora del día tuvo lugar la resurrección. Como Jesús estuvo en la tumba tres días y tres noches (72 horas), podemos pensar que la resurrección se realizo a la misma hora de su muerte, tres días después. En otras palabras, si hubiese sido enterrado al medio día, resucitaría al mediodía del tercer día. Si fuese enterrado en la noche, habría resucitado la noche del tercer día. ¡Si solamente podemos hallar la hora en que fue enterrado, sabremos automáticamente a qué hora resucito!

La Biblia nos enseña que Jesús murió poco después de la hora novena; es decir, las tres de la tarde (Mateo 27:46-50, Marcos 15:34-37). Como nuestro Señor fue crucificado en la preparación, el día antes del gran sábado (que no necesariamente era viernes), se tomaron medidas especiales para asegurar que su cuerpo fuera quitado antes del atardecer, antes de que comenzara la fiesta del sábado.

“Entonces los judíos, por cuanto era la víspera de la Pascua, para que los cuerpos no quedasen en la cruz en el sábado, pues era el gran día del sábado, rogaron a Pilato que les quebrase las piernas y fuesen quitados… Más cuando vinieron a Jesús, como lo vieron muerto ya…” (Juan19:31-33). Fue entonces bajado de la cruz y sepultado en la tumba de José de Arimatea. “Porque aquel sepulcro estaba cerca” (Juan 19:42). Estas cosas tuvieron lugar “cuando fue la tarde”. La palabra griega traducida “tarde” es opsios, que significa “al atardecer” (Marcos 15:42).

De modo que como la resurrección de Cristo tuvo lugar tres días después, pero a la misma hora que fue sepultado, ¡sabemos a que hora resucito! Fue sepultado al atardecer, de manera que su resurrección ocurrió al atardecer tres días después.

¿En que día ocurrió la resurrección?

La Biblia nos enseña que María Magdalena vino a la tumba, “muy de mañana, el primer día de la semana, siendo aun oscuro (Juan 20:1-2). Los escritores de los evangelios nos cuentan varias visitas diferentes hechas por los discípulos a la tumba, el domingo en la mañana. En cada ocasión, hallaron la tumba vacía. El ángel dijo: “No esta aquí, porque ha resucitado como dijo” (Mateo 28:6).  De tal manera que las Escrituras indican que Jesús resucito antes del amanecer y como no estaba en la tumba muy temprano el domingo, podemos deducir que la resurrección tuvo lugar al atardecer del día anterior. De acuerdo con esto, la resurrección se realizo al atardecer del sábado. Sin embargo, acaso la Biblia no dice que Jesús resucito el primer día de la semana, muy temprano? No, la Biblia no dice eso, lo que dice es que bien temprano la mañana del domingo los discípulos fueron y encontraron la tumba vacía, o sea ya había resucitado. (Mateo 28:1-6, Maracos 16:2-6, Lucas 24:1-2, y Juan 20:1-2). Ningunos de estos versículos enseña que esta fue la hora de la resurrección, el domingo temprano en la mañana. En cada ocasión la tumba ya estaba vacía, ya había resucitado.

Un estudio de Marcos 16:9 y los versículos que siguen hasta el 14, demuestran que Marcos está relatando acerca de varias apariciones que hizo Jesús durante el primer día de la semana, o sea, el domingo. El contenido explica claramente que no estaba hablando del día que tuvo lugar la resurrección.

Hallamos perfecta armonía en las Escrituras si reconocemos que Jesús fue sepultado el miércoles antes del anochecer y resucito el sábado antes del amanecer. Así cumplió la señal del verdadero mesías, de tres días y tres noches y se levantó al tercer día.

Como hemos visto Jesús, fue crucificado en la preparación (miércoles); al día siguiente jueves, después de la preparación o sea El Shabat, que en ese entonces cayo jueves; la biblia nos enseña que se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los fariseos con Pilato diciendo: Señor nos acordamos de que aquel engañador dijo, viviendo aun: Después de tres días resucitare. Manda pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero; porque no vengan sus discípulos de noche y le hurten y digan al pueblo, resucito de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero (Mateo 27:62-66).

Como Cristo fue crucificado según la cita del día antes del sábado, podemos comprender por qué algunos han creído que fue viernes el día de la crucifixión. Pero el sábado que siguió a la crucifixión del Señor no era el sábado semanal, era el gran día de reposo anual, pues dice que era el sábado grande, llamado el Shabaton. “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo, pues aquel día de reposo era de gran solemnidad, rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí” (Juan 19:31). Este sábado anual podía caer cualquier día de la semana. De manera que la semana de la muerte, crucifixión y resurrección de nuestro Señor Jesucristo tuvo dos días de reposo, o sea dos sábados, el sábado grande y el sábado semanal.

Resumiendo, Jesús fue crucificado y sepultado en el día de la preparación (miércoles), al día siguiente (jueves), fue el gran día del sábado, luego vino el viernes día laborable, seguido por el sábado semanal. Con esta explicación podemos comprender que Cristo fue crucificado miércoles y resucito sábado al atardecer, cumpliendo la señal de tres días y tres noches en el corazón de la tierra. Todo estos se nos aclara cuando comprendemos que había dos sábados en esa semana; el sábado semanal y el Gran Sábado Anual.

Una cuidadosa comparación entre Lucas 23:56 y Marcos 16:1 nos provee de mas evidencias aun de que hubo dos sábados esa semana, y un día laborable entre ambos (viernes). Lucas 23: 54-56 “54 Era el día de la preparación (viernes), y estaba para comenzar el día de reposo. 55 y las mujeres que habían venido con el desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y como fue puesto el cuerpo. 56 y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento”.

Esto tuvo que haber ocurrido el viernes, día de la preparación, del sábado semanal, porque el jueves anterior fue también día de reposo y el día miércoles en la tarde no les dio tiempo para preparar las especias aromáticas y los ungüentos, descansaron el día de reposo semanal para ir el domingo para aplicarle los ungüentos propios de embalsamar en la cultura judía.

Marcos 16:1 “Cuando paso el día de reposo (que fue jueves), María Magdalena, María la madre de Jacobo y Salome, compraron especias aromáticas para ungirle”. Esta compra debió de haber sido hecha viernes. Aquí podemos ver otra evidencia que nos hace entender que esa semana hubo dos sábados.

Con esta interpretación, los diferentes términos usados en los Evangelios se complementan, no se contradicen.

La Biblia no dice en ninguna parte que Jesús fue crucificado y murió en viernes. Dice que Jesús fue crucificado en el día antes del sábado, pero no da lugar a dudas en cuanto a que sábado se refiere en este caso.

En conclusión: Jesús murió poco antes del atardecer del miércoles; setenta y dos horas después resucito de la tumba. Cuando las mujeres visitaron la tumba antes del amanecer del domingo la hallaron vacía. No hay absolutamente nada a favor de una crucifixión el viernes, pero todas las Escrituras armonizan perfectamente con la idea de la crucifixión el miércoles. Es increíble cuantos pasajes proféticos y típicos del Antiguo testamento son culminados y encontrados encajados perfectamente y cuantas aparentes diferencias en el evangelio se aclaran una vez que comprendemos que Jesús murió miércoles y no el viernes.

Pero lo más importante no es cuando murió y cuando resucitó nuestro Señor Jesucristo, lo más importante fue que ese hecho ocurrió por ti y por mí, para dar salto a vida eterna.

Por: Javier Dotel

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