Nació en San Pedro de Macorís el 29 de septiembre de 1884 y murió en esa misma comunidad el 3 de abril de 1921, contando apenas con 36 años de edad, a causa del abuso del alcohol.
Poeta modernista, periodista, ensayista, abogado y profesor.Colaboróen las revistas literarias más importantes de su tiempo, como La Cuna de América, Renacimiento y Letras, de la cual fue director.Desde muy joven mostró dotes de poeta y patriota, como lo demuestra su colección literaria más conocidaLos Humildes, inclinada a favor de los más desposeídos yacompañando al General Demetrio Rodríguez cuando comandó las tropas Jimenistas que penetraron en Santo Domingo desde la región Noroeste del país por el 1903, contando apenas con 17 años.Combatió, por medio de la oratoria y la poesía, la primera intervención militar norteamericana al territorio dominicano en el 1916. Ocupó importantes posiciones públicas en su natal ciudad, tales como Regidor, Secretario del Ayuntamiento, Secretario de la Intendencia de Educación de la zona Este de la República y Presidente del Ateneo. Fundó junto a Felipe Martínez, la primera escuela primaria para obreros en San Pedro de Macorís.
Federico Bermúdez y Ortega es parte de los pioneros de la poesía social antillana y se le reconoce como el más notable poeta político de la segunda mitad del siglo XX. Su orientador en la parte literaria fue el poeta Gastón Fernando Deligne. Forma parte de una familia de prominentes escritores entre los que se encuentran su padre Luis Arturo Bermúdez, sus nietos René del Risco Bermúdez y Federico Jovine Bermúdez y su bisnieto Federico Bermúdez Rijo.
Su haber escritural cuenta con títulos como Oro Virgen, Los Humildes, Las Liras del Silencio,El Fantasma y L, A los Héroes sin Nombres, La Flor de la Caña, La epopeya de Santiago, Atrio y Desolación.
El expresidente y escritor dominicano Joaquín Balaguer, considera que Bermúdez y Ortega es el único poeta dominicano que ha dado cabida en su poesía a los temas de carácter social, pero no para deducir de los cuadros patéticos que describe conclusiones tendenciosas, sino para exaltar a las clases sin fortuna, en versos de profunda resonancia humana. El crítico literario y escritor Pedro Conde Sturla estima que el registro poético de Bermúdez y Ortega llama la atención por ser una mezcla de los más finos refinamientos aristocráticos modernistas y una extraordinaria sensibilidad social, que lo llevó a protestar, y en voz muy noble, contra las miserias de la condición humana, al igual que contra la primera intervención armada del imperio usamericano. Es una pena que Federico Bermúdez y Ortega muriera tan joven, porque su impronta fuera tan extensa e intensa que pocas serían las antologías serias que no contaran con su presencia y sus textos en ellas.
Concluyo esta entrega de TRAYECTORIAS LITERARIAS DOMINICANAS con un soneto compuesto por versos alejandrinos de Federico Bermúdez y Ortega:
Letanía de noviembre (1)
¡Están tocando a muerto las campanas lejanas!
Hablan los viejos bronces de quietud y partida
con esa lengua lúgubre que tienen las campanas
cuando cantan el canto de cisne de la vida…
Están tocando a muerto las lejanas campanas…
y a los vagos confines van en alas del viento
las esquelas mortuorias, como el hondo lamento
de dolores ignotos y quimeras lejanas…
En la antigua Necrópolis, de cipreses y cruces
cuelga el véspero el velo de sus pálidas luces
y la humana dolencia sus adelfas y lirios;
mientras dicen los labios las palabras piadosas
que vuelan como vagas dolientes mariposas
al redor de la flama de los místicos cirios…
Por Ramón Saba
