El país vive una etapa interesante en la que la sociedad casi en su conjunto reclama mayor transparencia de las acciones de sus autoridades.
Es una transición positiva como indicador de que los ciudadanos parecen decididos a empoderarse de los reclamos necesarios para que tengamos un mejor país.
Pero no será suficiente lograr que los gobiernos tengan el mejor desempeño. Hará falta el compromiso social de cada uno de nosotros en asumir nuestros deberes civiles, pues muchas de las cosas andan mal por nuestras malas acciones como ciudadanos.
Es obvio, sin embargo, que la gente debe sentir que desde el Gobierno se intenta hacer las cosas bien, y que desde allí se predique con el ejemplo.
Y la lección más importante de todo este proceso es que los gobiernos tengan claro que hay un gran despertar en el pueblo.