Por: Lauri Oviedo.
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – Celebrar la Navidad en diciembre con villancicos, cenas con familia, amigos y colegas sin que falten los famosos angelitos (intercambio de regalos), son algunas de las formas tradicionales en las que el dominicano festeja tan esperada fecha, pero poco después llega el final del año y el dominicano se prepara para recibir el nuevo a todo lo alto. ¿Cuáles son las costumbres populares y cuáles ya no se mantienen para acoger el nuevo año?.
En víspera de concluir el año los ritos dominicanos hacen su entrada, que van desde encender incienso para atraer la buena suerte, botar lo viejo para que entre lo nuevo, pintar el hogar y la más importante para las madres, hacer una limpieza profunda a la casa.
Asimismo, existen algunas otras supersticiones como el color de la ropa para vestir el primer día del año, para recibir suerte en el amor es bueno ponerse ropa interior color rojo o vestir a los niños de amarillo para la suerte y felicidad.
Y así como el día 24 de diciembre se hacen una gran cena, también el día 31 las familias dominicanas preparan gran banquete para compartir en familia, en las partes campestres del país es común matar un cerdo o puerco para hacerlo a la leña.
Al momento del cañonazo es de esperar que el cielo se llene de colores con los conocidos fuegos artificiales o pirotecnia. Entre los fuegos artificiales que se utilizan están: Patas de gallina, brillos, busca-pies, tumba-gobiernos, mechitas y velas romanas, entre otros.
Las personas sacan las bocinas a las calles y se ponen a bailar todos fuera de sus casas en horas de la madrugada y hasta el amanecer.
Al pasar del tiempo muchas de las formas tradicionales de celebrar el Año Nuevo han quedado en el pasado, por ejemplo, era costumbre de los niños prender brillo fino y hacerlo girar para crear chispas.
Otra cosa que ya no se ve desde hace varios años es regalar por la «Vieja Belén», después de una semana de la celebración de los Reyes Magos, si los padres no pudieron regalar juguetes a sus hijos, entonces recurren a la famosa “Vieja Belén”, que es la oportunidad de entregar juguetes a los niños, y así enmendar su falta.
Otra de las tradiciones que se han perdido es encender una fogata compartir una te de jengibre con la comunidad, así como usar tambores para y güira para bailar perico ripiado.
Lo que si se mantiene de costumbre es que cuando el reloj marca la medianoche los amigos y familiares cuenten de forma regresiva desde el 10 hasta el 1 y que al sonar el cañonazo todos griten feliz año nuevo y se repartan abrazos y buenos deseos.
