El periodismo es una profesión hermosa cuando se ejerce con un estándar ético del máximo rigor en el manejo de las informaciones del interés de los pueblos, por consiguiente se hace necesaria una elevada formación de quienes lo ejercen, que garantice la veracidad de la informaciones que ofrecen. Un comunicador ejerce un rol de gran relevancia en las sociedades, quien haciendo uso de los medios de comunicaciones escritos, radiales, televisivos y de las redes sociales, contribuye a darle forma al debate público y por consiguiente al enriquecimiento del sistema democrático.
Un comunicador no es un periodista, por supuesto que no lo es, pero debería regir su ejercicio comunicacional en el marco de los mismos estándares de valores morales, éticos, de respeto y apego a la verdad que exige la profesión del periodismo, así cada sílaba que pronuncie su boca esté debidamente calibrada y adquiera la potencia ineludible, dando frutos acordes a las calidades de las palabras emitidas.
En el mundo actual en el que vivimos, en la República de Dominicana, hemos convertido el derecho a la libertad de expresión, garantizada por nuestra constitución vigente, en un arma en manos de agresores experimentados en el oficio comunicacional, usado a conveniencia con audacia y sagacidad para proyectar imágenes de personas, organizaciones, grupos de presión social, consorcios empresariales y naciones, muy distanciadas de la verdad, azuzando la deformación de una persona, acontecimiento o de una determinada nación en cuestión.
Estos socarrones habituales usan los medios de comunicaciones masivos como trincheras para disparar sus burlas encubiertas y así mantener a todo un pueblo en ignorancia haciéndolos presas fáciles de su grotesca caballería, semejante al caballo de Atila, Othar, que se decía que por donde pasaba no volvía a crecer la hierba. Ese es justamente el propósito malvado de su artillería viperina, más los remito a las Escrituras Divinas: “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio”. Mateo 12, 36.
En entrevista realizada al embajador de La Federación de Rusia en RD, Alexei Viktorovich Seredin, por el conocido político y comunicador Víctor Gómez Casanova, a finales del mes de mayo del presente, destaco su nivel de profesionalidad, respeto e inteligencia en las preguntas formuladas y muy bien conducidas, permitiéndole al embajador Seredin el tiempo apropiado para dar su respuesta dentro de los parámetros del lenguaje diplomático, obteniendo reacciones satisfactorias al interés de nuestro pueblo.
No así la entrevista que le hiciera el comunicador Julio Hazim, figura pública alto conocida; sabemos que cada programa y comunicador posee su estilo, pero lo de él rayo en flagrante socarronada ante su distinguidísimo invitado. En un peculiar estilo risueño cargado de nerviosismo e impotencia propio de las risas de las hienas, le formuló preguntas al hermano e hijo de Dios Alexei V. Seredin, que no bien se las terminaba de realizar inmediatamente lo interrumpía, muy acorde a su forma de entrevistar a todo el que asiste a su programa.
Donde traspasó sus propios límites, hasta de su estilo socarrón, fue cuando se atrevió a preguntarle: ¿Tienen una constitución ustedes? El rostro bondadoso del embajador ante ese irrespeto del que fue objeto, mostró múltiples gestos, que fue salvado por una sonrisa de espanto pero no menos afable y por supuesto su respuesta lo desarmó, apuntando a Gran Bretaña que sigue siendo monarquía y carece de la virtud de vivir en un sistema democrático, le contestó a Hazim.
El señor Hazim no pudo sin embargo lograr su objetivo maquiavélico, que era provocar una reacción enérgica del embajador que pusiera una mancha a su misión diplomática. Sabe muy bien Julio Hazim que los rusos son poseedores de un patriotismo y coraje que todos los días lo ponen a prueba en el campo de batalla y les ha llevado a la entronización de Rusia como la principal potencia mundial de la actualidad. Aquí la entrevista, en el minuto 32 con 19 segundos la extravagante afrenta al embajador ruso:
Aunque esa pregunta maldosa fue el punto más elevado de la cresta, estuvo precedida por otras no menos irrespetuosas y provocadoras, tales como si en Rusia hay democracia, entre otras afirmaciones y preguntas cargadas de ironías, mientras daba una sonrisa de hiena. Julito puso en la vitrina de la nación su oscuro entramado corporativo, del cual es socio y cómplice.
En una ocasión lo vi entrevistar al portero de la propiedad del esposo de la embajadora de Argentina Teresa Palma, el funesto Luís Palmas, en el tiempo que se le estuvo acusando del horrendo crimen del niño José Rafael Llenas Aybar, en un acto satánico del cual fungió como el sacerdote, de acuerdo a las experticias del fiscal de Santo Domingo de ese entonces (1996) Guillermo Antonio Moreno García.
En cuanto al conflicto Ruso-Ucraniano, nunca le he visto analizar o buscar expertos para que lo ayuden, en el perfil psiquiátrico del actual presidente de facto ucraniano Volodímir Zelenski, caso muy bien explicado por el Embajador Ruso Alexei V. Seredin. ¿Nos vamos dando cuenta como nos ha secuestrado la verdad el establecimiento occidental?
Pido disculpas a la hermana Rusia por esta carroñera mediática ejerciendo roles indecorosos al frente de la mayoría de las comunicaciones y la prensa de la República de Dominicana, dedicada a las malas artes del engaño, no nos representan, a los buenos y verdaderos dominicanos, como tampoco al espíritu de nuestro Padre y Fundador de La Dominicana, Juan Pablo Duarte y Díez, y mucho menos al arcano y símbolo patrio de las Escrituras Divinas en el centro de nuestro escudo nacional, abierta en el evangelio del Apóstol Juan, capítulo 8, versículo 32: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
Por Rafael Guillen Beltré
