EL NUEVO DIARIO, INTERNACIONAL.- El fabricante de automóviles estadounidense Tesla dio a conocer la información de que permitirá a otras marcas desarrolladoras de automóviles eléctricos, utilizar sus estaciones de recarga en Estados Unidos.
De acuerdo con la empresa, esta iniciativa forma parte de un programa federal de 7.500 millones de dólares impulsado por el Gobierno de Joe Biden.
El objetivo principal de la empresa es reducir las emisiones de carbono.
Lo cierto es que esta medida podría convertir a Tesla en la estación de servicio universal de la era de los vehículos eléctricos y podría erosionar la ventaja competitiva de los vehículos de la empresa, que tiene acceso exclusivo a la mayor red de “supercargadores” de alta velocidad de Estados Unidos.
Para finales del año 2024, Tesla abrirá 3.500 supercargadores nuevos y existentes a lo largo de corredores de autopistas, así como 4.000 cargadores más lentos en lugares como hoteles y restaurantes, a clientes que no sean de Tesla.
Tesla tiene 17.711 supercargadores, lo que representa alrededor del 60% del total de cargadores rápidos de ese país que pueden añadir cientos de kilómetros de autonomía en una hora o menos.
En ese orden, hay casi 10.000 cargadores “de destino” con enchufes Tesla que pueden recargar un vehículo durante la noche.
