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3 de mayo 2024
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5 min de lectura Cumbre

Selenita

Sobre la Luna se llegaron a verter datos inexactos. Así, por ejemplo, se sostuvo sistemáticamente, y a rajatablas, que en la Luna no había agua ni para muestra…Y resultó que con un escanéo de radar relativamente reciente de hace unos pocos años atrás se descubrió que había una cantidad enorme de hielo, es decir, de […]

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Sobre la Luna se llegaron a verter datos inexactos. Así, por ejemplo, se sostuvo sistemáticamente, y a rajatablas, que en la Luna no había agua ni para muestra…Y resultó que con un escanéo de radar relativamente reciente de hace unos pocos años atrás se descubrió que había una cantidad enorme de hielo, es decir, de agua congelada.

Ello dio lugar a que se relanzaran las ideas en torno a crear una base lunar para servir de trampolín a la continuación de la conquista del espacio exterior. Se pensó que ella podría ser un peldaño para el viaje a Marte.

Pero también se ha sostenido sistemáticamente, e igualmente a rajatablas, que en la Luna no hay vida.

Contrario a lo que se creía un conocimiento comprobado: resulta que en la Luna hay vida.

Hay un habitante de la Luna.

Ese habitante de la Luna goza ampliamente del silencio insondable del Mar de la Tranquilidad, aquel famoso lugar donde se posó The Eagle y donde estampó su huella Neil Amstrong.

Desde la charlatanería de Guillermo Marconi de decir que se había comunicado con los marcianos con una señal radial “usando el Código Morse”, pasando por los intentos primigenios de Karl Jamsky de contactar alguna señal de fuera de este planeta y que después del Sputnik soviético dieron origen a que The Tornados se inspiraran y produjeran la magistral pieza Telstars que todavía deleita a millones de habitantes del planeta Tierra jamás se pensó en una sorpresa de esta naturaleza.

Las gentes del SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence) se la pasaron orejeando con sus antenas parabólicas tratando de captar alguna señal radial y/o televisiva (hasta la Banda Lateral Vestigial la han usado) de vida fuera de este planeta y todo había sido en vano.

Se trata de todo un acontecimiento histórico: se trata del contacto de alguien residente fuera de este planeta que contacta a nuestro planeta y muy especialmente a los habitantes de un país llamado República Dominicana: se trata de un acontecimiento tan o más importante que el contacto entre Colón y sus gentes con los nativos de América.

Este acontecimiento para mí que es más “trascendental” que la hazaña del genovés Cristóphoro Colombus.

Hasta la fecha del 13 de Junio del 2011 todos los telescopios terrestres desde el más humilde hasta el más aventajado, el Hooble (HST por sus siglas en Inglés), no habían podido localizar a esa vida que puebla a la Luna, esa vida había pasado desapercibida. Pero esa vida en esa fecha 13 de Junio del 2011 dio unas declaraciones tan contundentes que fueron la confesión de que ella existe… en la Luna.

La sorpresa fue doble puesto que la señal fue emitida por alguien de origen terrestre que vive en la Luna y, más aún, es de nacionalidad dominicana.

¿Cuál fue el mensaje emitido desde la Luna al espacio sideral que fue captado por los habitantes del planeta Tierra y que permitió constatar la existencia de vida humana en nuestro satélite natural?

He aquí el histórico y transcendental mensaje captado por el reportero Listener DX del periódico Diario Libre Federico Méndez y difundido luego a todo lo largo y a todo lo ancho del planeta Tierra en clara, y muy legítima, explotación de tan monumental primicia histórica per secula seculorum:

“El Código. «El problema es de la sociedad, no del Código Procesal» Jorge Subero Isa afirmó que las fallas atribuidas al Código Procesal Penal (CPP) son de la sociedad, porque no está en la normativa. El presidente de la Suprema Corte de Justicia dijo que no se les puede pedir a los jueces, ni al Ministerio Público una buena administración de conflictos, porque éstos intervienen después que ocurren. El magistrado se quejó de que al Código Procesal Penal lo han satanizado, atribuyéndole las responsabilidades de todos los males que ocurren en el país. «Muchas veces donde pudiera estar la falla quizás es en los operadores del sistema, no en la normativa procesal», acotó. Subero Isa dice que si el CPP se compara con la Constitución de la República, se observará que la ley sustantiva es más garantista que éste, contrario a la tradición que ha vivido el país. Comentó que esa ley adjetiva lo que ha hecho es recoger lo contemplado en los tratados internacionales de los cuales República Dominicana es signataria. Llama la atención sobre datos divulgados por la Secretaría de Seguridad Multidimensional de la Organización de Estados Americanos (OEA), que establece alrededor de 200 millones de personas en América Latina, que representa el 8% de la población mundial, fueron víctimas de un acto criminal. Sin embargo, el 50% de los crímenes y delitos ocurren en la región. El magistrado comentó que en AL el costo para mantener a un preso que haya sido condenado por homicidio es mayor que la educación de una persona, desde la primaria hasta el grado universitario. Citando los resultados, dijo que la seguridad privada en la zona representa US$7,000 millones al año. Al pasar el balance, Subero Isa sostuvo que el problema no es el Código Procesal Penal, sino que «nos hemos acostumbrado a tratar de resolver los problemas sociales a través de leyes».

Hay un habitante de la Luna que tuvo categoría Suprema.

En la Luna vive un ser humano y ése ser humano es dominicano y fue la más alta jerarquía del Poder Judicial dominicano.

A la falta de visión de ésa ex máxima jerarquía judicial dominicana se debe el hecho de que la misma, durante su período conocido como El Suberato, se mantuviera, a rajatablas, defendiendo el indefendible Código Procesal Penal puesto que su formación lo fue de Ley 241 por lo que jamás podía tener una visión global sobre el anterior Código de Procedimiento Criminal y, por ende, tampoco podía visualizar jamás el impacto negativo que podía significar, como en efecto significó y significa, el Código Procesal Penal para la sociedad dominicana.

Conclusión: el problema ciertamente es de la sociedad, pero porque lo tiene vigente la sociedad; y ese problema vigente que tiene la sociedad se llama Código Procesal Penal…Hasta que la sociedad dominicana se organice…Hasta que se organice para revoltearse contra dicha pieza legal… Mientras no se organice para ello el mismo seguirá vigente y, en consecuencia, la delincuencia impunemente seguirá haciendo de la suya como lo ha venido haciendo desde la muerte del veintiséis (26) de Septiembre del dos mil cuatro (2004) ó fecha de entrada en vigor de dicho Código Procesal Penal.

PD: En esta nueva fecha, veinte (20) de Julio del dos mil catorce (2014), el selenita en cuestión sigue retratando su condición de tal al adicionar, desde otra edición de ese mismo programa de Federico Méndez, “su creencia“ (¿?) de que la creación del Tribunal Constitucional de la República Dominicana, lo mismo que en cualquier otro país del mundo, supuestamente “es un absurdo“ (¿?).

Por Lic. Gregory Castellanos Ruano

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