Es hora de que prestemos seriamente atención al Sistema de la Seguridad Social. Sobre todo, para que el mismo sirva a los fines para los que fue creado, que es darles protección en la salud y en su retiro a las personas, especialmente aquellas que cotizan de sus salarios y que sus empleadores también lo hacen por ellos.
Ha sido más que obvio que el sector financiero se ha estado enriqueciendo con grandes ganancias de unos fondos que deben estar orientados esencialmente a asegurarles a las personas servicios de salud con calidad y adecuada protección en el retiro después de trabajar durante muchos años.
Hay muchas cosas que no han estado funcionando bien y que deben ser modificadas si es necesario, pero sobre todo, los mecanismos y los organismos responsables tienen que funcionar cumpliendo sus roles. El sistema genera suficientes recursos como para estar viviendo en la escasez, mientras un pequeño grupo se queda con buena parte de los recursos de la Seguridad Social.
Es necesario sentarse en la mesa para analizar todos y cada uno de los aspectos y hacer que el sistema funcione eficazmente a favor de los asegurados.




