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22 de diciembre 2025
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OpiniónJuan Manuel Morel PérezJuan Manuel Morel Pérez

Seguridad nacional y su diferencia con la defensa

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En la República Dominicana, una parte significativa de la población muestra un creciente interés por los temas de seguridad y defensa nacional. Este interés no solo se debe a la relevancia que estos temas tienen para la estabilidad y el bienestar del país, sino también a los avances en la profesionalización del estudio de estas áreas. Gracias a instituciones como la Universidad Nacional de Defensa (UNADE), anteriormente conocida como INSUDE (Instituto Superior para la Defensa), -Institución de educación superior de la cual soy egresado de sus tres programas- se ha logrado un notable progreso en la formación y especialización de profesionales en seguridad y defensa nacional. Estas instituciones han desempeñado un papel crucial en elevar el nivel de conocimiento y preparación en República Dominicana.

La seguridad nacional se refiere a las medidas y políticas implementadas para proteger al país de amenazas internas. Estas amenazas pueden incluir el crimen organizado, el narcotráfico, la corrupción y la delincuencia común. Según Paco Moncayo en su libro Seguridad y defensa, «la seguridad es la percepción de que no hay amenazas que temer o que de haberlas se cuenta con los medios suficientes para neutralizarlas o eliminarlas.» En este contexto, la seguridad nacional se centra en mantener la paz y el orden dentro del territorio dominicano, garantizando la estabilidad social y el bienestar de los ciudadanos.

Por otro lado, la defensa nacional, según Julio E. Soto Silva, es «el conjunto de medios materiales, humanos y morales que una nación puede oponer a las amenazas de un adversario, en contra de sus objetivos nacionales, principalmente para asegurar su soberanía e integridad territorial.» El propósito de la defensa nacional es alcanzar una condición de seguridad externa tal, que el país pueda lograr sus objetivos nacionales libre de interferencias exteriores. Esta definición resalta que la defensa debe ser considerada como un bien público en un sentido integral, ya que alcanza a todos los miembros de la comunidad nacional y cumple una función social básica para la existencia de la sociedad.

Soto Silva también desglosa la defensa nacional en tres aspectos clave: La defensa nacional, como función del Estado, tiene el propósito de proteger a la población, preservar el territorio nacional y resguardar la capacidad del Estado para el ejercicio de su soberanía frente a amenazas externas, así como apoyar el logro de los objetivos nacionales en el ámbito internacional. Este concepto se materializa a través de un conjunto normativo que incluye diversos cuerpos legales, desde la Constitución Política hasta leyes y reglamentos específicos, que establecen autoridades, responsables, organismos, tareas y documentos necesarios para darle forma, planificarla y ejecutarla. Además, la defensa nacional se organiza como un sistema, con una autoridad que la dirige, relaciones de mando establecidas, organismos de asesoría y de trabajo, y medios que llevan a cabo las tareas derivadas de la planificación, siendo las Fuerzas Armadas, agrupadas bajo el Ministerio de Defensa Nacional, los componentes más importantes de estos medios

El origen de la seguridad y defensa se remonta a las primeras civilizaciones, como Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma, donde se desarrollaron sistemas para protegerse de invasiones territoriales y mantener el orden interno. Estas civilizaciones construyeron murallas y fortificaciones, y formaron ejércitos para defenderse de los enemigos. A lo largo de la historia, la seguridad y defensa evolucionaron, adaptándose a los desafíos cambiantes, desde la construcción de castillos en la Edad Media hasta las tecnologías avanzadas en la actualidad. Hoy en día, la seguridad y defensa siguen siendo esenciales para la protección de las naciones, con fuerzas armadas y agencias de seguridad trabajando juntas para garantizar la paz, institucionalidad y la estabilidad.

Es importante destacar que, aunque distintas, las políticas de seguridad y defensa no son completamente independientes entre sí. En muchas ocasiones, las amenazas internas y externas están interrelacionadas. Por ejemplo, el tráfico de drogas no solo afecta la seguridad interna al fomentar la violencia y la corrupción, sino que también puede tener implicaciones internacionales al involucrar redes criminales transnacionales. Por lo tanto, la respuesta a estas amenazas requiere una estrategia integrada que combine elementos de seguridad y defensa.

En resumen, mientras que la seguridad nacional se centra en abordar las amenazas internas, la defensa nacional se encarga de salvaguardar el Estado contra peligros que provienen del exterior y excepcionalmente cuando la amenaza internas desborda la capacidad de los órganos de seguridad interior. Ambos pilares son indispensables para la protección integral de y requieren una cooperación constante y efectiva entre todas las partes involucradas.

El autor es abogado, magister en Seguridad y Defensa Nacional, especialista en Derechos Humanos y Derecho Internacional humanitario, doctorando en derecho Administrativo iberoamericano, coordinador del Observatorio de Seguridad y Defensa-RD.

Por Juan Manuel Morel Pérez
J.morelperez@gmail.com
@juanmanuelsoyyo

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