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30 de diciembre 2025
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OpiniónJosé Peña SantanaJosé Peña Santana

Secretaría general de la Fuerza del Pueblo: Continuidad con propósito

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La Fuerza del Pueblo (FP) atraviesa un momento crucial en su evolución política con el inicio del Congreso Elector Manolo Tavares Justo, donde se elegirán sus principales autoridades, incluyendo la presidencia, vicepresidencias y la Secretaría General. En este proceso, tres figuras con experiencia y trayectoria buscan dirigir este importante cargo en la segunda organización política más grande del país: los exsenadores Dionis Sánchez y Franklin Rodríguez, ambos influyentes y ampliamente reconocidos dentro y fuera del partido, y Antonio Florián, actual secretario general y arquitecto de la estructura organizativa de la FP, quienes ya han hecho pública su intención de competir por la posición.

Más allá de los nombres, el verdadero debate radica en la visión y estabilidad institucional de la FP, en un contexto donde la unidad y el fortalecimiento interno serán determinantes para su éxito en las elecciones de 2028. Desde esta perspectiva, la continuidad de Antonio Florián al frente de la Secretaría General no debe verse como un simple ejercicio de reelección, sino como una garantía de consolidación de un partido que, en menos de cinco años, ha pasado de ser una idea a convertirse en una estructura con más de un millón de afiliados y un sólido posicionamiento en el sistema político dominicano.

Antonio Florián es un hombre de partido, de lucha y de consensos. Su liderazgo no es improvisado. Su trayectoria política está marcada por la coherencia, la disciplina partidaria y una visión de largo plazo. Desde su juventud, militó en la izquierda progresista en tiempos de represión, formando parte de la Línea Roja del Movimiento 14 de Junio y participando en luchas históricas por la democracia y la justicia social. Su rol en la fundación del Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD) en 1980 consolidó su vocación organizativa, convirtiéndolo en un actor esencial en la construcción de una alternativa política de izquierda con vocación de poder.

Cuando en 2019 el doctor Leonel Fernández salió del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el PTD decidió ceder su estructura para dar paso a la Fuerza del Pueblo, bajo el Acuerdo por la Preservación de la Democracia y el Rescate Institucional de la República Dominicana. En este proceso, Antonio Florián jugó un papel fundamental. No fue un simple cambio de siglas, sino un acuerdo estratégico entre él y Fernández para unificar esfuerzos en la creación de un partido fuerte, con bases democráticas y la capacidad de competir con las organizaciones tradicionales.

En este escenario, donde la FP se perfila como una opción real de poder en 2028, la Secretaría General no debe ser vista como un trofeo de competencia interna, sino como un espacio esencial para la continuidad, estabilidad y consolidación del proyecto político. Es imprescindible aprovechar la experiencia en la construcción partidaria y evitar que la FP repita los errores de otras organizaciones que han sufrido fracturas debido a cambios abruptos en su dirección estratégica.

Esto no significa que los demás aspirantes carezcan de méritos. Tanto Dionis Sánchez como Franklin Rodríguez son dirigentes valiosos, con una trayectoria incuestionable, vasta experiencia política y una sólida formación profesional. No obstante, el conocimiento profundo de la estructura partidaria y la capacidad organizativa son factores determinantes para mantener la cohesión interna y seguir posicionando a la FP como la alternativa política más viable para el futuro inmediato. Durante su gestión, Florián ha demostrado ser un garante de la estabilidad, la institucionalidad, la democracia interna y el respeto a los acuerdos.

La democracia interna es una de las principales fortalezas de la FP y debe ser el principio rector de este proceso. Es legítimo que todos los miembros tengan derecho a aspirar, pero también es esencial reconocer los compromisos históricos que hicieron posible la creación del partido. En política, los pactos son la base de la estabilidad, y desconocerlos puede generar fracturas difíciles de reparar.

El propio presidente y líder de la FP, Leonel Fernández, ha sido claro en su llamado a someter todos los cargos de dirección al escrutinio interno. No obstante, este proceso debe llevarse a cabo con madurez política, evitando que se convierta en una lucha de facciones que ponga en riesgo la unidad del partido. Como ha señalado Josefina Pérez Gaviño, viuda de Franklin Almeyda Rancier, “para favorecer a un candidato no es necesario denostar a los demás”. La FP no puede permitirse distracciones internas cuando el verdadero reto es consolidarse como la principal opción de poder de cara a las elecciones de 2028.

La Secretaría General es un cargo de responsabilidad histórica. No se trata solo de ostentar poder, sino de asumir la conducción política y estratégica del partido. En los últimos años, Antonio Florián ha demostrado que su liderazgo no es unipersonal ni excluyente, sino que ha trabajado por el fortalecimiento colectivo de la FP. Su papel ha sido determinante en la institucionalización del partido, la expansión de sus estructuras y la articulación de un discurso político coherente.

La pregunta que deben hacerse los miembros de la FP no es simplemente quién debe ocupar la Secretaría General, sino qué dirección necesita el partido en esta etapa crucial de su desarrollo. Y en esa evaluación, la experiencia, trayectoria y visión estratégica de Antonio Florián son aspectos que no pueden ser ignorados, especialmente porque su liderazgo está en sintonía con la verdadera línea partidaria.

Si la Fuerza del Pueblo aspira alcanzar la presidencia en 2028, necesita una estructura interna fuerte y cohesionada, sin arriesgarse a generar fisuras internas. La FP ya cuenta con Leonel Fernández, el líder más completo que partido alguno pueda lucir. En consecuencia, la continuidad de Florián en la Secretaría General no representa un obstáculo, sino una necesidad para garantizar la estabilidad y proyección de la FP como el principal referente del progresismo en la República Dominicana.

Por: José Peña Santana.

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