El país requiere de una oposición efectiva, que marque el rumbo de una nueva esperanza para el pueblo que sufre el látigo de una ejecutoria gubernamental negativa al beneficio popular. Se requiere de una estrategia bien definida que combine la vigilancia al gobierno sobre el endeudamiento galopante, de una crítica constructiva, pero, frontal.
Se necesita sentar las bases para la movilización ciudadana, bajo un pliego de demandas pertinentes y adecuadas. Se requiere de la búsqueda de alternativas para enfrentar la crisis, que contengan propuestas aupadas por la gente organizada.
Esto implica analizar las políticas gubernamentales, para identificar las debilidades, proponer soluciones alternativas viables, y organizar a la ciudadanía que se ejercerá presión y se exigirán cambios en el rumbo de la “cosa pública”.
La nación necesita de una oposición que busque poner la agenda en pro del valor público, creando múltiples equipos para desarrollar un análisis de la situación nacional, en aras de iniciar una objetiva vigilancia critica, desde la reflexión de las políticas gubernamentales, identificando sus impactos negativos y las áreas donde no cumplen con las necesidades de la población.
El pueblo llano reclama de la oposición un seguimiento de la actual gestión, monitoreando el gobierno del PRM, observando de cerca el desempeño de lo gubernamental, detectando errores, promesas incumplidas y reclamando que se lleven a la justicia ordinaria los casos de corrupción denunciados desde que inició el gobierno hasta la fecha. Desde esos reclamos, identificar alternativas, haciendo propuestas y sugiriendo soluciones viables a los problemas identificados.
Esto último, para lograr un impacto positivo en la sociedad.
El pueblo reclama a los dirigentes de oposición a los que tienen acceso, que se trabaje y ejecute un plan de comunicación estratégica, que difunda la información que sirva a la gente para alentar reclamos.
Se necesitan equipos de trabajo para investigar en qué gasta o invierte el gobierno los recursos y difundir los hallazgos de las investigaciones de manera clara y accesible al público, utilizando diversos canales de comunicación.
La oposición necesita articular narrativas convincentes, que conecten emocionalmente con la ciudadanía, mostrando cómo las acciones del gobierno les afectan negativamente y cómo las propuestas de la oposición pueden mejorar sus vidas en un próximo gobierno. De igual manera, hay que trabajar en contrarrestar la propaganda del gobierno, desmintiendo informaciones falsas o manipuladas, siempre utilizando datos verificables y argumentos sólidos. Desde esta perspectiva se lograría una movilización ciudadana, capaz de organizar protestas y manifestaciones civilizadas. Es necesario movilizar a la ciudadanía para expresar su descontento con las políticas gubernamentales y exigir cambios.
La democracia necesita de una ciudadanía activa, que tenga iniciativas nacida desde su seno, para apoyarlas desde la oposición, promoviendo sus propuestas en pro de soluciones a los problemas sociales.
El pueblo debe sentir una oposición fuerte, la gente debe estar confiada en que la participación ciudadana en los procesos electorales del 2028, cuenta partidos que llevarán en sus boletas a representantes que defiendan los intereses de la ciudadanía y debe observar en los participantes en los medios de comunicación, unas personalidades que tienen condiciones para cambiar el rumbo de la nación.
La gente debe sentir que la oposición tiene fuerza, está decidida y cuenta con un equipo motivado para ganar las elecciones en cada uno de los colegios electorales.
La ciudadanía necesita seguridad en los delegados políticos y certeza en el liderazgo de la oposición.
El país debe percibir que se construirán las alianzas necesarias para ganar, estableciendo alianzas con otros partidos políticos, organizaciones sociales, sindicatos y movimientos ciudadanos para fortalecer la oposición.
Este es un trabajo que debe sentirse en el seno del pueblo.
Una oposición inteligente combina todas esas variables, con un dialogo franco y una negociación transparente, logrando que se perciba una voluntad para dialogar y negociar con el gobierno, buscando puntos de encuentro y soluciones consensuadas.
El empresariado, la gente de clases altas y medias, deben ver que la oposición tiene carácter y que actúa con ética y transparencia, manteniendo integridad, al actuar con honestidad y en forma diáfana en todas las acciones, evitando caer en la corrupción o dejándose manipular desde el gobierno u otros sectores nacionales e internacionales.
A nivel interno y externo, se debe percibir que la oposición respeta las leyes y las normas establecidas, que actúa dentro del marco legal y respeta las reglas del juego, buscando cambios a través de cauces institucionales.
En definitiva, el país necesita de una oposición efectiva.
Esta requiere una combinación de análisis crítico, comunicación estratégica, movilización ciudadana y construcción de alianzas, actuando con ética y transparencia para lograr cambios significativos en la sociedad y así, arribar a las elecciones del 2028 con el camino blindado.
Por Francisco Cruz Pascual
